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Marta García. Talento, recruiting y paridad en el sector tecnológico

La especialista en talento de HACK A BOSS, Marta García Quijada, se encarga hoy de acercarnos una realidad: la demanda de los perfiles IT es hoy mayor que la oferta y las empresas van a la “caza” de personas para incorporar a sus plantillas. La irrupción de la tecnología en todos los ámbitos de la vida hace más necesarios que nunca estos perfiles profesionales.

La tecnología se ha vuelto imprescindible hoy en día. Usamos aplicaciones para cualquier gestión o aspecto de nuestras vidas: pedir citas médicas, comprar regalos, pedir comida a domicilio, pagar el aparcamiento… Y es por ello que cada vez son más necesarios y demandados los perfiles tecnológicos en las empresas, entre los que destacan los programadores full stack , porque son necesarias personas que hagan y mantengan día a día estas aplicaciones.

Al contrario que en otros sectores y actividades económicas, son las empresas las que van a la “caza” de personas para incorporar a sus plantillas, ya que estamos en el punto en que la demanda de perfiles IT es mayor que la oferta. El paradigma en la búsqueda de empleo cambia, y son los recruiters los que persiguen a los candidatos por las redes, y no al revés, como ocurre tradicionalmente. Por eso llegamos a un punto en el que los perfiles senior son limitados y están ya saturados de ofertas,y resulta necesario formar a una nueva generación. Las empresas empiezan a apostar por contratar perfiles junior,y darles una formación complementaria para alcanzar el nivel requerido. Este tipo de perfil está más motivado, son más idealistas, y están dispuestos a prescindir de un salario mayor a cambio de entornos nutritivos en aprendizaje.

En este sentido, en HACK A BOSS, con nuestros bootcamps de programación presenciales o en remoto, intentamos cubrir esta necesidad de perfiles junior, formando a todo tipo de personas en desarrollo full-stack, preparándolos en lenguajes y herramientas de programación tan demandados como Javascript, React o Node.js, entre otros. Durante 16 semanas los participantes estudian de manera intensiva, mediante el método de “learning by doing” con el objetivo de realizar un desarrollo web que puedan presentar a las empresas como muestra de su desempeño, y que sigan practicando y aprendiendo programación de manera autónoma, una vez finalizado el curso. Tratamos de meter el gusanillo de la programación ya que, una vez finalizado el curso, nunca se deja de programar. Como todos los lenguajes, se aprende practicando.

Y tan importante como la formación técnica, es cumplir con el fit cultural que requieren las empresas tecnológicas. Cada vez más organizaciones recurren al Inbound Recruiting, tratando de hacer ofertas atractivas para los perfiles tech, y proporcionar beneficios sociales aparte del salario económico. Tratan de ir más allá para llamar la atención de los candidatos y candidatas y vender sus organizaciones como los lugares idóneos para trabajar.

Paralelamente a esta formación más técnica, trabajamos en el desarrollo de habilidades blandas, como las habilidades de comunicación, el trabajo en equipo, preparación de una entrevista de trabajo, el desarrollo de una marca personal online y offline destacable y un perfil de LinkedIn adecuado, que llame la atención de las personas encargadas de seleccionar talento tecnológico.

Mi labor, en este caso, consiste en acompañarlos en este período, con workshops y sesiones individuales para que mejoren sus opciones de empleabilidad y destaquen sus habilidades personales ante las personas responsables de seleccionar talento IT. Es el plus que ofrecemos, que en 2022 mejorará con la llamada Boost Academy, en la que podrán ampliar estas habilidades con clases extras, contenidos adicionales, mentorías y masterclasess impartidas por profesionales de empresas referentes en el sector, como Google, Microsoft o Amazon, así como por start-ups punteras.

Una de las asignaturas pendientes en este sector, es conseguir la paridad de género, ya que sigue siendo un sector predominantemente masculino, con solo un 13% de representación femenina, por causas como la falta de referentes, estereotipos de género que vienen de antaño, o por no sentirse lo suficientemente preparadas para programar. En ese sentido, intentamos potenciar la participación de las mujeres en nuestros bootcamps, y dar una visión más amplia y sin estereotipos en la que todos los géneros y edades tienen cabida.

Desde aquí animo a todas las personas con inquietudes tecnológicas y ganas de aprender una profesión con un gran futuro, que se planteen dedicarse a la programación porque puede proporcionar muchas satisfacciones.

 

 

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