Influyentes Cantabria

Reflexión sobre la sostenibilidad y conciliación en las campañas electorales

Borja Barrete, economista.

Este año 2023 culminará su mes de mayo con la celebración de elecciones municipales y autonómicas en una década en la que estamos inmersos en un cambio de nuestros hábitos, basado en los principios que marca la Agenda 2030 y los objetivos de desarrollo sostenible.

Estos objetivos, los tenemos muy marcados las empresas del sector cooperativo, las cuales buscamos el desarrollo de nuestros proyectos, con unos principios fundamentales que pivotan sobre el interés por la comunidad y sobre un desarrollo justo, democrático y con la mayor equidad posible.

En este arranque de campaña electoral, hay un hecho que me ha llamado la atención y que, por otro lado, ha pasado bastante desapercibido para los medios de comunicación en un contexto como en el que nos encontramos, donde se nos llena la boca con vocablos como la “conciliación”, “sostenibilidad”, “cuidado del medio ambiente” o cuestiones similares, principales focos de la antedicha Agenda 2030.

Es costumbre o tradición convocar a los Medios de Comunicación a los arranques de campaña electoral y al inicio de pegada de carteles, a las 12 de la noche del día de finalización de la precampaña electoral. Y según he podido observar, algún candidato/a ha decidido no convocar dicho acto, trasladándolo a la mañana siguiente, en aras de fomentar tanto la conciliación de las personas trabajadoras de los medios informativos, como de las personas participantes en dicha comitiva de arranque de campaña electoral.

Y me llama la atención, principalmente dos motivos: porque a día de hoy, no entiendo cómo con tanta Agenda 2030 y con tanta conciliación, nuestros candidatos y candidatas no dan un verdadero paso adelante y fomentan acciones y medidas como estas: arrancar sus campañas electorales a una hora que fomente la verdadera conciliación, y porque este hecho ha pasado discretamente por los medios de omunicación. Lo vi en redes sociales, y no he conseguido encontrar qué candidatos han llevado a cabo estas acciones.

Por otro lado, la Campaña Electoral, como todos sabemos, supone un alto dispendio de recursos tanto económicos como materiales, puesto que pronto nos encontraremos las calles plagadas de banderitas, carteles, pancartas o pegatinas. Y nuestros buzones, salvo que hayamos optado por no recibir propaganda electoral, llenos de papeletas y de propaganda de las distintas ofertas que nos hacen los partidos, y, por tanto, los candidatos y candidatas a ocupar los puestos de mando de nuestro país.

El ODS 11, que pone el foco en las Comunidades y ciudades sostenibles, en su meta 6ª refleja que se debe conseguir reducir los desechos y el impacto ambiental negativo de las ciudades, incluso prestando especial atención a los desechos municipales y de otro tipo.

El ODS 12, pone el foco en la producción y consumo responsables: en cuanto a las metas, en su apartado segundo se habla del uso eficiente de los recursos naturales. En su apartado quinto, de la reducción, reciclado y reutilización de los desechos. En su apartado sexto, se alienta a las empresas a tomar el camino de la sostenibilidad, y en el séptimo, promover prácticas de adquisición pública que sean sostenibles, de conformidad con las políticas y prioridades nacionales.

Adicionalmente, el ODS 13 se centra en la acción por el Clima, donde una de las metas es incorporar medidas relativas al cambio climático en las políticas y estrategias y los planes nacionales.

De soslayo, en este planteamiento, el ODS 15 nos habla sobre la preocupación por la vida de los ecosistemas terrestres, y que, como meta, deberíamos lograr detener la deforestación y lograr una gestión sostenible de nuestros bosques.

Todos estos objetivos, chocan frontalmente con los dispendios de la Campaña Electoral. Y la pregunta que me hago yo, ¿no ha llegado la hora de trasladar esta sostenibilidad y esta preocupación por la Agenda 2030, y dar un paso al frente en este proceso, sin perder de vista la primacía de la información del ciudadano y el derecho que tiene a poder elegir?

Veo completamente innecesario llenar una ciudad de carteles, pancartas y banderas, que además de generar un impacto visual, también lo genera medio ambiental, porque tras las elecciones dudo que el 100% de los residuos generados por estas acciones sean reciclados o reutilizados, y ni mucho menos, compensada la huella de carbono que generen las mismas.

¿Y si asumimos el reto entre todos y todas de hacer unas elecciones mucho más sostenibles y conciliadoras?

Se me ocurre así, sin pensar mucho:

  • Fomentar la reducción de la publicidad que recibimos en casa. Eliminación de las papeletas de voto en el domicilio, ciñéndonos a las que estén disponibles en los colegios electorales.
  • Fomentar la reducción de la publicidad en las calles, acotando aún más los espacios en los que se permite la publicidad electoral, y prohibiendo el uso de cartelería que no sea completamente removible. Además, se debería fomentar la cartelería reutilizable, como, por ejemplo, las pancartas o banderolas genéricas.
  • Fomentar que las supriman por completo la cartelería una vez finalizado el proceso electoral y restituir los soportes a su estado original, para minimizar el impacto visual. No será la primera vez que transcurridos muchos meses de las elecciones se sigue viendo cartelería.
  • Fomentar e incentivar la compensación de la huella generada por las campañas electorales.
  • Fomentar la búsqueda de nuevos soportes informativos, más sostenibles y que garanticen un alcance masivo.
  • Subvencionar y financiar las campañas electorales, atendiendo a criterios de sostenibilidad y primando a aquellos partidos que lo fomenten y garanticen, como nuevo criterio de financiación, al igual que se hace ya con algunas subvenciones a las empresas.
  • Modificar el inicio / fin de la campaña electoral con una modificación de la LOREG, para evitar cierres de campaña a las 11 de la noche, o aperturas a las 12 de la madrugada, por ejemplo, dando una nueva redacción al artículo 51: La campaña electoral comienza el día trigésimo séptimo posterior a la convocatoria a las 14:00 horas.
  1. Dura quince días
  2. Termina en todo caso a las 14:00 horas del segundo día inmediatamente anterior al día de la votación. 

En las manos de todos queda. ¿Asumís el reto?

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