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Newtesol, la empresa cántabra en la construcción del submarino más avanzado del mundo

El mundo no veía un submarino diseñado en España con tecnología propia desde 1888. Pero cuando la pasada semana se presentó públicamente el Isaac Peral S-81, lo que vio es el submarino que marca el paso de la era analógica a la digital.

Más de 9.000 personas ha trabajado durante 16 años para que el pasado 22 de abril, el S-81 tocara agua. Pero algunas han trabajado para que el agua marina no logre con los años corroer ni las “costuras” ni el corazón de la nave.

La empresa cántabra Newtesol ha sido la responsable de que el Isaac Peral S-81 cuente con protección ante la corrosión de componentes críticos de los diversos sistemas de la nave, desde la propulsión hasta las instalaciones pasando por los sistemas de detección o armas. Manuel Vila, CEO de Newtesol explica que lo han logrado “recargando las diversas piezas con soldadura de una aleación resistente a la corrosión mediante la aplicación de un proceso novedoso de baja dilución especialmente desarrollado al efecto”. Un procedimiento innovador que “nos permitió ser seleccionados frente a la competencia internacional que inicialmente había sido considerada por su experiencia en los programas de los submarinos nucleares de las marinas aliadas”.

¿Cómo llega una empresa con sede en Gajano a conseguir la confianza de Navantia, la empresa pública española referente en el diseño y construcción de buques militares y civiles de alta tecnología? Apoyándose en la metodología “cero defectos”.

Manuel Vila explica que “la calidad del producto ha sido evidentemente determinante para la adjudicación de este proyecto, y se basa en la metodología “cero defectos” que Newtesol aplica desde hace años y que nos hizo merecedores del premio a la “excelencia operativa” en la última celebración de la World Nuclear Exhibition en París”. Un galardón obtenido literalmente por “empujar la tecnología del recargue por soldadura hasta sus límites más extremos”.

A punto de celebrar sus dos décadas de historia, Newtesol, una de las empresas integrantes del Clúster Nuclear de Cantabria, es la primera industria española de soldadura en desarrollar su propio sistema de automatizado para recubrimiento de superficies internas de tubos en pequeños diámetros, longitudes de hasta diez metros y configuraciones complejas. Con clientes en sectores de la exigencia del petroquímico o el nuclear, centra su producción en productos de alto valor añadido.

Si hace ya años se convirtió en la primera empresa española en suministrar válvulas a una central nuclear americana, su alto nivel de innovación y de calidad en la ejecución ha sido decisivo para que España entre a formar parte del selecto club de tan solo 10 países, Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Suecia, Rusia, Japón, China y Corea del Sur,  capaces de diseñar y fabricar submarinos. Y es que si bien la industria naval española ya había construido otros submarinos, en todos ellos el diseño tenía firma extranjera, en su mayoría francesa.

Newtesol trabaja en todos los submarinos que desarrolla Navantia que con el programa S-80, hace frente a un reto de diseño y fabricación puesto que se trata de buques que deben operar de forma autónoma en un entorno hostil. La empresa cántabra se convierte en una pieza clave de esta apuesta por el desarrollo tecnológico nacional que potenciará la independencia estratégica de la defensa del país y la proyección internacional del tejido industrial español. Queda ahora esperar hasta la puesta en servicio de la nave prevista para 2022 o 2023.

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