¿Qué hay detrás de proyectos de emprendimiento rural como La Lleldiría, La Pizpireta, La Jarradilla, Yogures La Sierra o venta de carne directa Socabarga? Propósito, otra forma de crear riqueza para el entorno, otra manera de hacer empresa y hacer tejido, redes y territorio. También, favorecer el arraigo en el rural, evitar el despoblamiento, el envejecimiento, facilitar el relevo generacional, fomentar un turismo sostenible (evitando la masificación) y potenciar el sector agroalimentario de Cantabria “más allá de un souvenir”.
Todas estas cuestiones fueron puestas sobre la mesa en el debate ‘Los retos de la alimentación en la comarca Pasiega’, moderado por la codirectora de Influyentes, Lucía Reguilón y organizado por Cruz Roja Pas Pisueña dentro de su programa Reto Social Empresarial que se celebró en la Posada Semilla en Santa María de Cayón y que tuvo como ponentes principales a Aitor Lobato, de La Lleldiría; Patricia Fernández, de La Pizpireta y la experta en economía social y de impacto Sandra Castañeda.
En esta mesa de diálogo los ponentes, junto con el resto de personas y empresas que asistieron al debate: Nestlé, La Jarradilla, 30M de árboles, venta de carne directa Socabarga, Picos de Europa, Restaurante La Granja, Café Bar Sonrisas, Kira Coffe, consultores de empleo y sostenibilidad y representantes de organizaciones de los Valles Pasiegos, abordaron cuestiones como el enfoque que se debe dar al sector de pequeños productores agroalimentarios para favorecer su sostenibilidad, así como cuestiones que deben irse trabajando para “cambiar mentalidades de consumo que no facilitan que estos productos tengan más visibilidad en el mercado”.
También a cuestiones como el asociacionismo o la potenciación de grupos de consumo para favorecer la penetración de los productos locales en los hogares, favoreciendo así el km0 y las redes de consumo locales.
Los participantes tuvieron también la oportunidad de hacer llegar sus propuestas para mejorar el sector agroalimentario de la comunidad a los candidatos que el domingo 28 de mayo se presentan a las elecciones. Propuestas, sin duda a tener en cuenta como agilizar la excesiva burocratización, el apoyo a los productores para que el relevo generacional sea una realidad, el equilibrio del turismo rural o la coherencia en los mensajes comunicativos.
Además, se coincidió en la estrategia que se está llevando a cabo para la promoción del sector agroalimentario, “muy enfocado hacia el turismo, con una visión pintoresca, alejado de cómo debería llevarse a cabo esta práctica de destacar y apoyar los productos y servicios producidos en una determinada región o comunidad”.
La estrategia, a juicio de los ponentes, debería buscar resaltar la calidad, la singularidad y el valor de los productos locales, y fomentar su consumo para beneficiar a la economía local y promover la identidad cultural de la zona.
Así, se apoyaría a los productores locales, agricultores, artesanos y pequeñas empresas, creando empleo y fortaleciendo la economía de la comunidad, ya que al comprar productos locales, los consumidores contribuirían directamente a la sostenibilidad y el crecimiento de estos negocios.
Además, la promoción de productos locales fomenta la diversidad y preserva las tradiciones culturales, promover estos productos mantiene viva la historia y el patrimonio cultural de la zona. Esto no solo beneficia a los productores locales, sino también a los turistas y visitantes que buscan experiencias auténticas y únicas.
