Edu Salado, es Coach y formador en reinvención digital. Dirige SoftDoit, la empresa creadora del primer comparador neutral de software. Pero además, este emprendedor cántabro está detrás del nacimiento de negocios que ya operan en España y Latinoamérica como Nubily o Sal.Digital. Hoy en Lo Mejor de Influyentes compartimos su reflexión sobre como la tecnología puede ayudar a luchar contra la situación económica adversa.
Cada mes nos despertamos con una nueva noticia que añade más tensión e incertidumbre a nuestros negocios. Si la pandemia nos pareció un obstáculo difícil de sortear, en las últimas semanas aparece una guerra a las puertas de Europa y una compleja situación económica que encarece la energía y el combustible. La inflación parece desbocada, y esto, evidentemente, afecta al ánimo de cualquier empresario. Pero, ¿dónde encaja la tecnología digital aquí? ¿Nos puede ayudar a luchar contra esta situación adversa?
Si durante la pandemia la tecnología digital fue un factor clave de transformación, en estos momentos sigue siendo necesaria para encontrar soluciones innovadoras a los nuevos retos que tenemos por delante. Pero, para ser eficientes, tenemos que entender la tecnología como lo que realmente es: una herramienta para resolver problemas en nuestra vida cotidiana.
¿Qué tenemos problemas logísticos? Existen soluciones tecnológicas para optimizar las rutas de transporte, logrando importantes ahorros de distancia con múltiples repercusiones. Menor coste de combustible, drástico ahora mismo. Incluso reducción del impacto medioambiental, el gran olvidado en estos momentos. Y el planeta no es culpable de los nuevos obstáculos que van apareciendo; continúa necesitando nuestra ayuda. Surgen también nuevas alternativas para reducir la cantidad de desplazamientos derivados del auge del comercio electrónico, las “dark stores”.
Incluso ante la inflación y la subida acelerada de los precios, la tecnología digital nos puede ayudar con un análisis e inteligencia de negocio. Hoy en día disponemos de herramientas de business intelligence, machine learning o big data para estudiar múltiples escenarios modificando precios y costes. Aparecen nuevas soluciones de planificación y simulación financiera. Incluso las criptomonedas y el blockchain siguen evolucionando como una posible solución. Pero vivimos también una intensa desinformación. Antes de tachar estas tendencias como “ilegales” o “peligrosas”, deberíamos intensificar nuestro pensamiento crítico y descubrir qué hay de verdad en los rumores.
No existen atajos. Nuestra dependencia tecnológica también tiene riesgos. Se sospecha que la guerra en Ucrania ha aumentado considerablemente los ciberataques a nivel mundial. Y es un tipo de delincuencia que no para de crecer. Y de ahí la importancia de prepararnos. Todos podemos aplicar buenas prácticas de ciberseguridad. Si hacemos los esfuerzos necesarios, podremos dejar de ver la tecnología como el problema, y pasará a ser parte de la solución. Aún queda camino por recorrer.
