La primera empresa fabricante de carne cultivada en recibir apoyo de la Unión Europea es española. En San Sebastián se están fabricando in vitro las salchichas y hamburguesas que pronto encontrarás en el super. La empresa Biotech Foods desarrolla el, hasta ahora, proyecto más avanzado en España y uno de los más desarrollados dentro de una carrera mundial por conseguir la carne del futuro. Hoy en Influyentes te hablamos de la carrera en la que esta empresa compite entre otros con los proyectos financiados por Bill Gates, Sergey Brin, cocreador de Google o Richard Branson, de Virgin.
España ya no será el primer país del mundo en vender carne cultivada en el supermercado (Singapur ha tomado la delantera al dar luz verde a la venta en diciembre) pero la primera empresa en contar con apoyo de Europa para el desarrollo de carne in vitro es española. Se espera que la Unión Europea apruebe próximamente la regulación que articulará la llegada al mercado de un producto que no busca clonar sin más la carne que ya consumimos sino producir productos más saludables que se venderán bajo la marca Ethica Meat.
Fundada en 2016 por Iñigo Charola y Mercedes Vila Juárez, Biotech Foods se ha preparado para el despliegue creando una alianza con líderes del sector alimentario convencional como Argal, pero también con empresas del ámbito tecnológico como la consultora de bigdata Agrowingdata.
Pero ¿Qué aporta la carne in vitro para que los Gobiernos nacionales y el Europeo estén invirtiendo en su desarrollo?
Una alternativa a la contaminación y al consumo de recursos que produce la ganadería. La carne cultivada en San Sebastián llega para salvar el planeta Y es que no se puede abordar la lucha contra las emisiones de efectos invernadero sin tomar en cuenta que, según la FAO, el 14,5% de todas las emisiones de gases efecto invernadero que se derivan de la actividad humana se producen por la cría de ganado.
Con una población prevista de 9.600 millones en 2050, la demanda de carne se va a incrementar un 70%. Si tenemos en cuenta que para producir una única hamburguesa son necesarios 3.000 litros de agua, el equilibrio ambiental va camino de ser claramente insostenible.
La respuesta a la producción sostenible de proteína de carne pasa por desarrollar tejidos de carne en laboratorio. Se utiliza para ello una técnica propia de la medicina regenerativa que permite que con solo una biopsia por animal se pueda cultivar carne equivalente a 50 cerdos. Este volumen de producción permite dar respuesta a la demanda de proteína cárnica a nivel mundial con un producto libre de grasas, sin necesidad de que en el proceso se sacrifique ni un solo animal y sin resto de antibióticos.
Y trasladar esta peculiaridad a los consumidores será una de las claves decisivas para el éxito de la carne cultivada porque pese al estigma de partir de una producción en laboratorio, el producto está libre en todo momento de cualquier tipo de sustancia química. De hecho, es más posible que restos de productos químicos lleguen al organismo del humano que coma una chuleta tradicional que a aquel que opte por una hamburguesa de un tejido muscular generado por la proliferación de células fuera del cuerpo del animal.
Se estima que en 2040 la carne cultivada y la carne a base de vegetales ocuparán el 30% del mercado.
Lo que piensan los españoles
La primera encuesta publicada sobre la aceptación de la carne cultivada por los consumidores españoles señala que el 41% están dispuestos a probarla tan pronto esté a la venta y solo un 22% todavía es reticente aún ante la posibilidad probar un tipo de carne que la naturaleza no ofrece.
El factor edad es decisivo en los resultados. Un 24% de los encuestados de edades entre los 20 y 40 años sí probaría carne cultivada, mientras que a más edad el dato cae. Los consumidores de entre 41 y 55 años dispuestos a probar se quedan en el 19%.
Por el contrario, uno de cada tres encuestados considera que la carne cultivada es más saludable.
Un tercio de los encuestados, exactamente el 33,5%, percibe como más saludables estos futuros productos que los procedentes de la agricultura industrial tradicional.
Los encuestados que están dispuestos a probar carnes cultivadas admiten que los aspectos que encuentran más convincentes son la composición del producto (35%), su compromiso con el bienestar animal (34%) y sus valores nutricionales (24%).
La carnicería no será lo que era
Lo cierto es que de momento no se espera que la carne cultivada sustituya al tradicional chuletón en la oferta de las carnicerías. La textura de los tejidos que hasta ahora es posible desarrollar sí permiten ya por contra la elaboración de preparados como hamburguesas o salchichas que pronto llegarán al súper. Biotech Foods trabaja en ello ya desde su planta piloto en San Sebastián mientras desarrolla el diseño de la que será su primera planta de producción industrial.
