HACK A BOSS, la empresa que quiere cambiar la formación en tecnología

HACK A BOSS tiene un objetivo claro: “formar a personas en programación, en profesiones de futuro, en darles una verdadera oportunidad laboral”. Así lo explica su CEO, Pablo Rodríguez, un directivo al que su perfil profesional mixto: RRHH y tecnología le llevó, tras su experiencia en HFacility en la que no encontraban programadores y desarrolladores, a crear HACK A BOSS, una empresa que en 2021 está facturando prácticamente el doble que en 2019 y en 2020, acercándose a crecimiento de triple dígito y, sobre todo, con un modelo de negocio claro y consolidado en el que el B2C es su core pero el B2B (reskilling y upskilling on fire) supone ya un volumen importante de su facturación. 

“El sector tecnológico es el más seguro a pesar de las crisis. Es el que antes se levanta y sale siempre reforzado porque se descubren nuevos nichos de mercado o se crean nuevos productos. Incertidumbre, ninguna”. Con esta contundencia explica Pablo Rodríguez el futuro de un sector que presume actualmente de una de tasas de empleabilidad más altas del panorama laboral y se encuentra, con diferencia, entre las áreas que mejor está resistiendo a las nefastas consecuencias de la crisis Covid-19. Una apuesta con garantías de futuro tanto para aquellos que empiezan ahora su vida laboral como para los que buscan reorientarse profesionalmente.

Esta escuela gallega está especializada en la formación de talento tecnológico en formato intensivo: los bootcamps. Su objetivo es preparar a la próxima generación de programadores Full Stack. Esta formación de 16 semanas está diseñada con la metodología ‘Learning by doing’ y su orientación es totalmente práctica. Tanto el diseño del temario impartido, como los profesores y la metodología de enseñanza, están orientados para formar a los estudiantes sobre los procesos, las herramientas y las habilidades que las empresas demandan actualmente. Todo ello sin necesidad de poseer conocimientos previos sobre programación.

“Una de nuestras claves -dice Pablo- es que el formato intensivo de 4 meses no solo les enseña a programar sino que sigue la metodología de una empresa de programación, por lo que cuando son contratados están preparados desde el primer momento al método de trabajo”

Otra de las particularidades del bootcamp de HACK A BOSS, reside en el especial hincapié en el seguimiento individual del alumnado por parte del equipo técnico y de talento, mediante un modelo de evaluación continua. Pero además, en HACK A BOSS trabajan siempre con las últimas tecnologías y todos los profesores que imparten clase en el bootcamp son profesionales senior en activo.

En anteriores ediciones HACK A BOSS ha contado con perfiles que ya disponían de conocimientos técnicos previos puestos que venían de formación profesional o de la universidad, pero también es muy habitual encontrar personas sin ningún conocimiento previo que cursan y superan el bootcamp con éxito. En cuanto a la edad del alumnado, también es bastante heterogénea, desde alumnos con apenas 16 años a personas que superan los 50.

Esta escuela de programación ha establecido alianzas con más de 120 partners en todo el territorio nacional y entre 2018 y 2019 “teníamos tales ratios de contratación que no podían formar a todos los profesionales que nos demandaban”, señala su CEO.

Quien quiera estudiar en esta escuela puede hacerlo en Vigo, A Coruña o en remoto, opción que recibe alumnos de todos los rincones de España, y el coste, “no es un impedimento”. HACK A BOSS dispone de un acuerdo con Student Finance, a través del cual pone a disposición de los interesados en el bootcamp el ‘Acuerdo de Ingresos Compartidos’ (ISA), gracias al cual los candidatos y candidatas contarán con respaldo a la hora de afrontar el coste del bootcamp. “Este sistema de financiación educativo les permitirá aplazar el pago hasta que encuentren trabajo”. Eso sí, deberán demostrar su valía y ganas por afrontar el bootcamp y para ello será necesario que superen un pequeño reto.

La tendencia es imparable. Los países más industrializados han entendido el valor que aporta la tecnología a sus economías y fomentan la creación de empresas basadas en las nuevas tecnologías. La tecnología se ha convertido, por méritos propios, en un ecosistema empresarial de magnitudes astronómicas que se alimenta fundamentalmente de perfiles técnicos, entre los que destacan los programadores. Este tipo de profesional se ha convertido en un perfil de altísima demanda y, con total seguridad, se trata de una de las profesionales con mayor proyección actualmente.

 

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