Esther Ilincheta Gutiérrez y Diego Dávila Armesto son los dos jóvenes cántabros que se han incorporado a las oficinas comerciales del ICEX de Chicago y Dubái, tras superar el proceso de selección de las becas de formación en internacionalización que SODERCAN convoca anualmente. Se les ha encomendado la tarea de apoyar a SODERCAN en el objetivo prioritario de «atraer riqueza, inversión y proyectos industriales» a Cantabria y de identificar oportunidades de negocio en materia de exportación para las empresas de nuestra comunidad autónoma. Hoy, hablamos con ellos.
P- Ambos habéis sido seleccionados para trabajar en oficinas comerciales clave en Chicago y Dubái, ¿cómo os sentís al dar este paso significativo en vuestras carreras y qué significa para vosotros representar a Cantabria en el extranjero?
Esther Ilincheta- Todo está pasando tan rápido que aún no sé cómo sentirme al respecto, pero es un «caos» muy dinámico y positivo. Hace medio año, en el último país en el que me veía viviendo era Estados Unidos… ¡Y aquí estamos! Chicago es una ciudad con muchas oportunidades y un ambiente estupendo, así que no puedo estar más feliz de representar a Cantabria en un lugar como este.
Diego Dávila- Tengo muchas ganas de trabajar durante un año en una oficina comercial de España y más aún en un destino tan vibrante y dinámico como es Dubái. Me motiva especialmente la misión de ser los «ojos» de SODERCAN en un destino tan estratégico como es Oriente Medio, ya que tengo la oportunidad de crear un impacto positivo en mi tierra. Lograrlo sería un orgullo, espero poder estar a la altura de mis predecesores.
P- Superar el proceso de selección de las becas de formación en internacionalización de SODERCAN es un logro. ¿Podríais compartir con nosotros las experiencias más destacadas durante este proceso y cómo os habéis preparado para ello?
E.L- En mi caso había realizado recientemente un curso de comercio exterior, por lo que acudí al examen cruzando los dedos para que esos conocimientos me llevasen lo más lejos posible. En la entrevista ya estuve algo más nerviosa pero, a pesar de lo cliché que suena, el mantener la calma en estas situaciones es un factor clave. Al fin y al cabo, el de la internacionalización es un mundo en constante movimiento, en el que nada permanece igual y todo cambia… Todos nos sentimos inseguros ante la incertidumbre, pero hay que aprender a manejarla. Del proceso me llevo una networking increíble, tanto de compañeros como de personal de SODERCAN y de formadores… ¡Ese son el tipo de cosas que no se pueden encontrar en ningún otro sitio!
D.D- Estoy muy agradecido a SODERCAN por la confianza. Siendo arquitecto, pensé que mi perfil podría no ser el más adecuado, pero ahora, inmerso en el día a día de la Oficina comercial, veo que son necesarios perfiles de todo tipo, pues las consultas a resolver son muy diversas: infraestructuras, legislación, educación, alimentación, salud etc.
Tras el proceso de selección, en el que concentré mi esfuerzo en el examen sobre Comercio Internacional, la formación del GRUPO CLAVE nos aportó aspectos esenciales del proceso de internacionalización de las empresas con un acento muy práctico. Gracias al curso pude incorporarme a la oficina preparado para exprimir a tope la oportunidad desde el primer día.
P- Durante el encuentro de la Red de Becarios ICEX, recibisteis los consejos de becarios anteriores. ¿Destacariais algún consejo en particular que os haya resonado?
E.L- «Ser proactivos». Nos lo dijeron todos y, ahora que me encuentro en las oficinas en Chicago, es cierto. Este tipo de becas llevan en activo muchos años, cada año entrando cientos de becarios tanto ICEX como autonómicos nuevos… Puedes acudir a la oficina y hacer tu trabajo cobrando igual, o disfrutar esto como un erasmus. Sin embargo, precisamente el hecho de que haya un flujo constante de perfiles como el tuyo entrando cada año a las oficinas es lo que demuestra que, si no aportas nada, no se tarda nada en encontrar a cientos como tú. Tienes que buscar ese algo en lo que destacar y exprimirlo, y tenerle más miedo a que te olviden que a que crean que eres un preguntón o un pesado.
D.D- Escuchar a los exbecarios fue muy inspirador. Todos hacían referencia a cómo sus experiencias en destino les hizo crecer en lo profesional y lo personal. Ahora intento seguir sus consejos: absorber y aprender todo lo posible, exprimir al máximo las oportunidades y ser muy proactivo tanto con ICEX como con SODERCAN. Y no me olvido de sacar el máximo jugo a la experiencia personal: conociendo la cultura, el país y, cuando se puede, encontrar tiempo para divertirme. En resumidas cuentas, ¡Aprovechar al máximo este año!
P- Muchos ex becarios de SODERCAN han encontrado oportunidades profesionales en el extranjero. ¿Cómo esperáis que esta experiencia impacte tanto en su desarrollo profesional como en su crecimiento personal?
E.L- Personalmente, los ambientes internacionales y multiculturales son mi mundo. Me muevo como pez en el agua dentro de ellos, y después de esta experiencia espero poder continuar en un ambiente que transcurra por las mismas aguas. Todavía es muy pronto para saber dónde y cómo ocurrirá, pero desde luego que esta es una oportunidad inigualable para seguir por ese camino.
D.D- Esta experiencia tiene el potencial de ser una herramienta increíble para dotar mi perfil profesional con habilidades de inteligencia de mercados, internacionalización de empresas, exportación e inversión internacional. No tengo una bola de cristal para prever qué pasará después de este año, pero me encantaría poder seguir dejando una huella positiva en Cantabria y España, tanto si alargo mi aventura internacional como si vuelvo a mi tierra.
P- Se os ha encomendado la tarea de apoyar a SODERCAN en atraer riqueza e inversión a Cantabria. ¿Cómo creéis que podéis contribuir a este objetivo para identificar oportunidades de negocio para las empresas de la región?
E.L- En el caso de Estados Unidos y, más concretamente, la zona del medio-oeste en la que está enmarcada Chicago, existe ya un enfoque muy industrial que casa bastante bien con ciertos aspectos de nuestra región. Aparte de seguir explotando los aspectos más «tradicionales» de estas colaboraciones con el fin de desarrollar lo máximo posible el tejido empresarial cántabro, esta es una zona estupenda para descubrir nuevas oportunidades que explorar en sectores más novedosos.
D.D- Estoy agradecido a la Cámara de Comercio de Cantabria, me dieron muchas claves para poder identificar las oportunidades de negocio. En mi opinión, es esencial conocer a fondo el tejido productivo y empresarial de Cantabria para aplicar la inteligencia del mercado de Oriente Medio en los sectores más dinámicos e innovadores de la región. Hay mercados en este área global con un potencial de crecimiento tremendo y oportunidades de inversión y desarrollo que Cantabria no debería dejar escapar. ¡Vamos a darlo todo para no dejar pasar este tren!
P- Como embajadores de Cantabria en el extranjero, ¿qué mensaje tenéis para otros jóvenes que puedan estar considerando seguir vuestros pasos y participar en programas similares de internacionalización?
E.L- ¡Participar es gratis! Quiero decir: hay mucho que ganar y nada que perder. El proceso de selección es bastante ágil, así que en caso de no conseguir plaza el disgusto te dura como mucho una tarde… Y, si es que acaso se logra conseguir, es un año que, independientemente de cómo decida cada quien cómo continuar con su vida después, va a ser una experiencia única e irrepetible. ¡Que la gente no tenga miedo y participe! Que nuestra tierruca tiene mucho que ofrecer tanto dentro como fuera del territorio.
D.D- A todos los jóvenes cántabros que se les despierte la curiosidad por el desarrollo de negocio internacional, los invito a estar atentos a la convocatoria del 2024 y presentarse. Es una oportunidad de formación única que vale la pena aprovechar. Corre el rumor de que quizás el próximo año se convoque una tercera plaza, así que imaginad qué interesante destino se podría unir a Chicago y Dubái. Con el talento que hay en Cantabria, estoy seguro de que los futuros técnicos de la red exterior lo harán genial.