Nadie está libre, por descuido o por falta de habilidad, de hablar con clichés heredados, pero meter la pata en ambientes laborales puede tener un coste difícil de pagar.
Incluso si dominas tu lengua lo suficiente para evitarte un chiste de enfermeras como el que ha costado un disgusto a Fernando Simón, nunca estarás seguro/a de que alguien no lo haga a tu lado y tu silencio te convierta en cómplice de una metedura de pata que puede afectar a tu reputación.
La Harvard Bussines Review publica el artículo “How Men Can Confront Other Men About Sexist Behavior,” de W. Brad Johnson and David G. Smith, en el que ofrece estrategias que puedes usar la próxima vez que seas testigo de un “patinazo” de estas características.
HBR recomienda decir algo como «¿De verdad quisiste decir eso?» O «Eso no es gracioso», o «Eso es sexista».
Pero, ¿qué pasa si lo que acabas de escuchar es algo peor que un comentario propio de una película de Pajares y Esteso? (si has entendido esto tienes más de 40)
¿Sabrías reaccionar si una reunión en la que participas un compañero varón trata de apropiarse de las aportaciones de una compañera? El artículo recomienda que, si un colega repite una idea que una colega acaba de aportar en una reunión tratando de apuntarse el tanto, pongas fin a la situación diciendo algo como: «No sé si te he entendido. ¿En qué se diferencia eso de lo que acaba de sugerir ella?»
El tema puede parecer de poco calado hasta que nos detenemos a analizar que porcentaje de la aportación del talento que hemos contratado como empresarios/as no llega a concretarse porque proviene de una profesional femenina que no se siente libre de hablar plenamente en entornos en los que su aportación es usurpada por compañeros con más capacidad de hacerse escuchar por cuestión de género.
La igualdad es una inversión rentable
El artículo señala que, a nivel mundial, la mayoría de los hombres apoyan la igualdad de género y creen que están contribuyendo de manera significativa y de hecho así es en la medida en que muchos se implican como mentores o apoyan acciones de impulso del liderazgo femenino.
Sin embargo, muchos encuentran aún complicado reclamar en voz alta la equidad, la dignidad, el respeto y la justicia en el lugar de trabajo. Quizás esto explique que, según este artículo, el 77% de los hombres creen que están haciendo todo lo posible para apoyar la igualdad de género, mientras que solo el 41% de las mujeres está de acuerdo.
Pero ¿de verdad es tan importante que los hombres estén dispuestos a confrontar a otros hombres cuando degradan, ofenden o acosan, incluso si es de forma inconsciente? La respuesta es sí.
El artículo señala que las mujeres que denuncian el mal comportamiento masculino a menudo son evaluadas negativamente, incluso calificadas como menos competentes en comparación con un hombre que hace lo mismo.
En segundo lugar, cuando un hombre (alguien sin un interés aparente en la justicia y equidad de género) se enfrenta en público a quien ha realizado comentarios sexistas, es más probable que los observadores se vean convencidos por su argumento
En tercer lugar, una confrontación destinada a cambiar actitudes y comportamientos tiene más impacto cuando proviene de alguien que se percibe como similar.
Consulta el artículo completo aquí https://bit.ly/38goiAM