Influyentes Cantabria

Xavier Casares, Presidente de la Asociación de Mentoring: “Hace 20 años no había mentores, había aconsejadores”

En España, 2.000 mentores apoyan a pymes y emprendedores y ayudan a acelerar su crecimiento. La Asociación Española de Mentoring, AMCES, ha cumplido 6 años de vida y crece a un ritmo de 500 asociados al año. Su misión fundacional es promover el mentoring en nuestro país en un marco de ortodoxia y buenas prácticas en pro de la regulación de esta actividad que, en países como Estados Unidos, está remunerada. AMCES va a contar con una delegación en Cantabria: el CISE. Lo explica hoy en Influyentes el presidente de la Asociación, Xavier Casares.

Presidente de Tibidabo Ventures, de Funditec-Fundación para el Desarrollo y la Innovación de la Tecnología y  de la Red Iberoamericana de emprendedores, inversores y mentores MentorsAngels, Xavier Casares es además desde hace más de dos décadas, inversor, mentor, consultor y promotor de redes de inversores, incubadoras y aceleradoras de startups.

-¿Cómo nació AMCES?
Hace 20 años no había mentores, había ‘aconsejadores’. Ahora ha habido un boom de gente que ha empezado a llamarse mentor y nosotros lo que queremos es que un mentor esté acreditado por la asociación, que haya pasado por un rasero de cualificación, de experiencia, pero, aparte, facilitamos formación y una acreditación, es decir, aceptar un código ético, de conducta, que es el europeo, ya que hay una asociación a ese novel, y que adoptamos nosotros también. Es algo de garantía, dado que la actividad del mentoring no está regulada en España, no tiene una carrera universitaria, no tiene una certificación, ¿quién certifica un mentor? Entonces nosotros estamos promoviendo que el mentoring crezca en un marco de ortodoxia y de buenas prácticas integrales, esta es nuestra misión.
Hemos sido el último país de Europa en crecer en esta actividad, que empezó a crecer mucho en Reino Unido, luego en Francia, en Alemania, Italia, Países Bajos… En Estados Unidos es una actividad muy madura, a diferencia de Europa, que es bastante altruista, en Estados Unidos es una actividad remunerada de manera ordinaria.
–El mentoring, tal vez por la eclosión de inversores, o investors angels ¿está superado o sigue siendo necesario?
Al contrario, creo que es una actividad imprescindible. El mentoring se relaciona mucho con el emprendimiento: el emprendedor, por naturaleza, y debe ser así, es aguerrido, es temerario, es enérgico, y muchas veces carece de experiencia. Desde la Asociación Española de Mentoring nos gustaría que cada emprendedor tuviese un mentor a su lado, porque es la voz de la experiencia, es lo que te permite bajar el porcentaje de fracaso de un proyecto o corregir un proyecto para asegurar su éxito.
–¿Cómo medir la idoneidad de los emparejamientos?
Bueno, esa es la pregunta del millón, es muy difícil, pero una regla básica es la empatía, es decir, entre un mentor y un mentorizado tiene que haber conexión casi sentimental, es decir, tiene que haber un feeling, el mentor se tiene que ‘enamorar’ del proyecto del emprendedor y el emprendedor tiene que aceptar el crédito que le aporta una persona que no conoce pero que tiene experiencia y que le va a dar consejos que, en principio, tiene que escuchar y tratar de seguir. La empatía es lo mejor, no mirar el currículum del mentor para ver qué experiencia tiene, que también, mirar el proyecto, que también, pero lo primero es que haya un encaje, y eso se nota cuando presentas a un mentor y a un emprendedor, en el primer minuto se nota ya si ha cuajado.
-¿Cómo debe ser esa relación?
No es una relación estrictamente profesional, de honorarios, va más allá, es un ‘aconsejador’ es un guía espiritual, es un guía de la vida, la relación se basa mucho en el trato.
–Por su parte el mentor debe tener disposición a mostrar su conocimiento, ¿esto siempre se consigue?
No, ni mucho menos, tú puedes tener mucha experiencia pero no tener habilidades de comunicación, de negociación, de convicción, con un emprendedor. Es muy importante saber escuchar, hay una serie de habilidades que van asociadas a un buen mentor, y esas habilidades son técnicas, porque también hay que aplicar técnicas en el proceso, pero las otras son muy personales: escuchar, saber comprender, saber negociar, saber pactar, etcétera. Y eso es muy importante, está basado en la experiencia. Todas esas segundas habilidades que nosotros llamamos soft skills o habilidades blandas, son importantísimas.
–¿Qué espera de este convenio recién firmado con CISE?
Nosotros hemos observado que el CISE, en sus 10 años de vida, ha hecho una labor extraordinaria en favor de los emprendedores en Cantabria. Nuestra misión es promover el mentoring al lado de los emprendedores, por lo tanto ha sido muy fácil entendernos, porque en nuestra asociación, que cuenta más de 2.000 mentores en toda España, también queremos darle juego a los mentores, no queremos un mentor asociado que no encuentra un proyecto adecuado, y cualquier mentor no es bueno para cualquier proyecto, es decir, un mentor tiene que tener experiencia en el campo en el que el emprendedor está dibujando su proyecto, por tanto, es muy bueno contar con CISE, contar con una base de mentores tan importante facilita acertar en los match entre el mentor y el emprendedor y bueno, este es un principio. Yo creo que haremos más cosas en los próximos años.
–Ahora parece que hay emprendedores por todas partes, ¿qué percepción tiene, ha habido un cambio en nuestra sociedad en este sentido?
Yo he vivido eso fenómeno, lo he vivido de primera mano, porque yo era un emprendedor en el año 2000, y lo puedo decir porque efectivamente, en aquel tiempo, ser emprendedor, para la familia, era como decir: “¿es que tu hijo no encuentra trabajo?”. Estaba mal visto, pero a partir del 2005, y en esto hay que darle su papel y su reconocimiento, todas las administraciones han apoyado mucho el emprendimiento, incluso hay quien se queja de que se ha gastado mucho dinero. Yo creo que se ha invertido mucho dinero en el emprendimiento, y eso es lo que propició en un momento dado una nueva vía, también combinada con diferentes crisis, como la del 2008 al 2012, por ejemplo, que nadie encontraba trabajo.
El emprendedor dijo, “bueno, pues voy a montar algo”, y si encuentra un programa de su ayuntamiento, o un CISE, o una institución que le aconseja, le pone estructura, etcétera, pues eso le ha facilitado el emprendimiento. Y ya, para rematar la guinda, a partir de ese momento ha habido grandes compañías que fueron startups exitosas, entonces, claro, esto ya ha sido el cerrar el círculo, y hoy en día ser emprendedor está bien visto, no como hace 20 años, era como el chico de la familia que no encuentra trabajo.
-¿Qué pueden hacer los mentores y qué pueden encontrar los empresarios jóvenes en el mentoring en estos nuevos escenarios económicos que parecen avecinarse?
Los próximos años, previsiblemente, va a ser duros por la economía mundial. Pero bueno, fáciles nunca han sido los años venideros, y en cada momento ha habido situaciones de crisis, problemas, convulsiones… Por lo tanto en el mundo de la empresa estamos habituados, en el mundo de los negocios la incertidumbre forma parte de la actividad y lo que tienes que hacer es preverla. Entonces para esa previsión te ayuda un mentor, es alguien que aconseja, te ayuda a prever posibles escenarios y cómo afrontarlos si pasa esto o aquello otro, o sea, la actividad del mentor yo la defino siempre con algo tan fácil como dar consejos, buenos consejos. Está claro que la actividad del mentor se focaliza en el largo plazo, no en el corto, el mentor juega a la estrategia, que a veces es un déficit de los empresarios, y la estrategia en un negocio es imprescindible. Entonces, ese es el terreno de juego de los mentores.

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