Influyentes Cantabria

Suca Baldor: El verdadero camino a la igualdad

La Psicobiología es esa disciplina científica que estudia la conducta humana desde un punto de vista biológico y a eso se dedica Suca Baldor, emprendedora al frente de Ahoratigo, plataforma de formación, asesoramiento y apoyo psicológico que incluye una “opción anticoach”. Especialista en Inteligencia Emocional y Neurociencia Aplicada a la vida pone su conocimiento al servicio de potenciar el bienestar y el rendimiento de los equipos en las empresas. Hoy en Influyentes reflexiona sobre “cerebros de personas, no de hombres y mujeres”.

Que tu género o tu sexualidad forme parte de tu identidad, de lo que eres o te gusta hacer, es estupendo, refuerza tu autoconcepto y tu autoestima, si lo llevas con orgullo y satisfacción. Pero que tu género, seas hombre o mujer, te limite, no es justo ni saludable, tanto para la sociedad como para el individuo.

En todas las reuniones sobre igualdad en la empresa a las que he asistido, se ha hecho hincapié en cómo implantar las leyes en igualdad y los beneficios que se pueden obtener. Olvidando que las empresas están hechas de personas y tanto la igualdad como los valores o la identidad de empresa, parten de estas personas, imponer normas o leyes sin hacer partícipes a los empleados, creo que es un gran error, que puede ser no bien entendido por todos, provocando más rechazo y desigualdad.

Si quieres que las personas de la organización participen y reciban con agrado todas las iniciativas en igualdad, hay que partir de un entendimiento y una aceptación consciente. Trabajar la escucha, el debate y la participación de todos. Cambiar actitudes que están implantadas desde hace milenios, es difícil y lleva tiempo, pero a partir de la exteriorización y el diálogo hará que en buena medida no empeoren las visiones negativistas de muchos. Empezar el verdadero camino a la igualdad, dejar de ver grupos y empezar a ver las características propias y únicas que todos llevamos dentro.

Ayer mismo me decían, como en una clase de actuación  les dividieron por sus personalidades (número de eneagrama) y que era muy curioso, porque todos los de cada grupo se comportaban igual. No pude evitar pensar en las numerosas investigaciones que se han hecho en psicologia de grupos, que demuestran que aunque pensemos que actuamos con total libertad, en el momento que nos sentimos parte de un grupo, nuestra conducta se adapta a este y la forma en que vemos a los que no forman parte de él. Esto es poco más o menos lo que pasa con el género, dejamos de ver personas para ver un grupo social, atribuyendo características del grupo a los individuos que lo forman, al mismo tiempo, que te separas y diferencias de este por formar parte de otro.

De forma totalmente inconsciente generamos creencias y prejuicios, sólo a través de la exteriorización y la racionalización, se consigue romper los sesgos y distorsiones que se producen.

Para no meter mucho rollo neurocientífico, nada más aclarar que todas las investigaciones en diferencias sexuales, podríamos decir que se vieron influenciadas por los mismos sesgos. La plasticidad cerebral hace que el cerebro se adapte a los requerimientos del individuo, si eres taxista tendrás una gran memoria y habilidad espacial, reflejada normalmente en el tamaño del hipocampo (últimamente el gps ha hecho que esto cambie), esto será así seas hombre o mujer, el hecho de que haya más camioneros o taxistas no viene determinado por sus habilidades cerebrales, si no por los estereotipos de género.

Otra mentira “Las mujeres no son buenas en matemáticas”, primer error: considerar que las matemáticas no es un tipo de lenguaje. Según nuevas investigaciones la capacidad más correlacionada con la facilidad en la programación, por ejemplo, son las habilidades lingüísticas, ¿por qué hay más hombres que mujeres en este sector? Otra vez no es el cerebro el que limita sino la sociedad, la imágenes mentales, las ideas erróneas, los juguetes…el cerebro de un programador o matemático se parecerá sea hombre o mujer porque es su trabajo y es lo que hace, no por el sexo. Se podría decir que el cerebro no tiene límites, somos nosotros los que se los ponemos.

Otra diferencia sexual era la idea de que las mujeres tenían más comunicación entre los hemisferios porque su cuerpo calloso era más grande ¡FALSO! ya que el cuerpo calloso va con el tamaño del cerebro, más grande en los hombres, no porque sean más listos (ya que mayor tamaño no quiere decir mejor) sino por el tamaño corporal. De todas modos, esto venía unido a la idea de que las mujeres podemos hacer muchas cosas a la vez y los hombres no ¡falso también! Hacer muchas cosas a la vez lo pueden hacer igual de bien o de mal ambos, ¿porque creéis que unos cerebros hasta el momento estaban más adaptados a prestar atención a varias cosas a la vez, osea porque tenían más atención dividida? La respuesta está en la crianza, como muchas otras habilidades más desarrolladas en mujeres, al ser ellas las que mayoritariamente se siguen ocupando del cuidado. Esto no es algo biológico, como se ha visto en investigaciones actuales, ya que se ha visto que el cerebro de los padres se adapta rápidamente a la crianza de sus hijos, de una forma totalmente manipulativa, consiguen que todo tu cerebro trabaje para darles lo mejor y nunca perder la atención sobre ellos (a más tiempo con los niños, más habilidades multitarea), pero a todos nos cuesta por igual, las mujeres no tienen un poder especial por ser mujeres, sólo es que llevan más tiempo haciéndolo, es la diferencia entre experto y aprendiz, el segundo sólo tiene que involucrarse más y estaremos por igual.

Podría ir desmintiendo todas las falacias en Psicobiología pero no me da artículo para tanto, como por ejemplo: “que las mujeres somos más emocionales y los hombres no lloran”. Otra vez…¡mentira! las mujeres no tenemos más desarrollado el hemisferio derecho o menor control emocional.

Resumen: no hay cerebros femeninos ni masculinos, sino cerebros de personas, con sus particularidades, las diferencias han venido dadas por la educación y el contexto social. Por eso es tan importante que todos nos involucremos, las empresas y sus empleados, no por cumplir leyes sino por una sociedad más justa e igualitaria.

 

 

 

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