En 2023, sólo el 7% de las rondas de financiación en Europa se otorgaron a equipos fundados exclusivamente por mujeres, mientras que las empresas con al menos una mujer fundadora o cofundadora captaron sólo el 18%. La brecha de género en el emprendimiento innovador le costó 5.300 millones de euros a la economía en 2023, o lo que es lo mismo, el 0,43% del Producto Interior Bruto (PIB) de España.
Por cada hombre emprendiendo en actividades de alta intensidad innovadora hay 0,36 mujeres en la misma situación. Si se fomentara la participación de las mujeres en estudios relacionados con el emprendimiento innovador, habría más de 50.000 mujeres emprendiendo. Estas son algunas de las conclusiones del estudio Coste de oportunidad de la brecha de género en el emprendimiento innovador. El documento sitúa el origen de la brecha en encuentra en la formación reglada y avisa de que se extiende hasta la decisión de emprender.
El análisis elaborado por Afi e impulsado por Redeia, identifica cinco brechas de género que existen en el emprendimiento innovador en España y que comienza por la formación reglada en etapas postobligatorias.
En Formación Profesional, las mujeres son mayoría en los estudios relacionados con el emprendimiento, pero su presencia se ve considerablemente reducida en las áreas vinculadas con el emprendimiento innovador.
En la universidad, pese a que las mujeres son mayoría y muestran mejor desempeño académico que los hombres, ellas no están presentes en las carreras universitarias de intensidad emprendedora con enfoque innovador: representan un 33,4% del total de estudiantes en esas titulaciones.
Si se fomentara la participación de las mujeres en estudios relacionados con el emprendimiento innovador, habría más de 50.000 mujeres emprendiendo. Así, la presencia de mujeres en este ámbito podría aumentar hasta el 35% en 2030.
La siguiente brecha llega con la incorporación al mercado laboral: ellas emprenden menos. En España hay el doble de trabajadores autónomos que de trabajadoras autónomas, y en 2023, el 7,5% de los hombres españoles emprendieron, frente al 6,1% de las mujeres.
Esta disparidad en las cifras de emprendimiento se traduce directamente en una pérdida económica: concretamente, la economía española deja de percibir más de 16.400 millones de euros, lo que representa un coste de oportunidad que asciende al 1,34% del PIB.
La brecha es todavía mayor en el caso del emprendimiento de carácter innovador: por cada hombre emprendiendo en actividades de alta intensidad innovadora hay 0,36 mujeres en la misma situación (73.000 hombres y 26.000 mujeres).
Incluso cuando ya han decidido emprender, continúa existiendo brecha de género en aspectos como la falta de acceso a la financiación para emprender y las diferencias en la autopercepción que mujeres y hombres tienen de sus propias capacidades y conocimientos, así como la desigual visibilidad y notoriedad públicas observada entre mujeres y hombres.
Las mujeres emprendedoras arriesgan más, al no solicitar ni recibir la misma cantidad de financiación que los hombres. En 2023, solo el 7% de las rondas de financiación en Europa se otorgaron a equipos fundados exclusivamente por mujeres, mientras que las empresas con al menos una mujer fundadora o cofundadora captaron solo el 18%, dejando el 75% del total de las rondas recaudadas a equipos fundados únicamente por hombres.
Por último, los estereotipos de género y roles impuestos incrementan y perpetúan la brecha entre mujeres y hombres en el emprendimiento innovador. A pesar de esta situación, los datos han evidenciado que en el caso de ocupar posiciones de dirección las mujeres son buenas gestoras. Así, las startups fundadas por ellas generan un 10% más de ingresos que las fundadas por hombres y fracasan en un 27% menos de los casos que ellos al emprender de esta forma.
A pesar de que sigue persistiendo una importante brecha de género en el emprendimiento en España, las diferencias se reducen en la población más joven (menores de 35 años) y en aquellos perfiles de trabajadores y trabajadoras por cuenta propia con niveles educativos avanzados, donde por cada hombre emprendedor hay 0,8 mujeres emprendedoras.