La construcción en España necesita cubrir 700.000 puestos de trabajo mientras 1.524.068 mujeres en todo el país se encuentran en desempleo, pero no optan a ellos o no los consiguen. El acceso a trabajos a pie de obra es una de las últimas barreras para la mujer en el mercado laboral. Y es tan alta que hoy un 92% de los empleados son hombres y la cifra llega al 99% cuando se trata de trabajos a pie de obra.
La arquitecta especialista en urbanismo y género, Ane Alonso, autora de La ausencia de las mujeres en el sector de la construcción en los trabajos a pie de obra aborda las razones de esta realidad en un foro en Camargo, Cantabria. Creando empleo en femenino: Mujeres en la Construcción, contará con las intervenciones de José Antonio Valcárcel, Gerente Fundación Laboral de la Construcción, la empresaria cántabra del sector Sylvia de Miguel, así como mujeres profesionales de la albañilería, la electricidad etc.
La investigación «La ausencia de las mujeres en el sector de la construcción en los trabajos a pie de obra» aborda una realidad preocupante: la infra representación femenina en uno de los sectores laborales más importantes de España. Esta ausencia es tan notoria que se acerca seriamente a la invisibilidad. El estudio se propuso desentrañar las razones detrás de esta situación, y a través de entrevistas y análisis, ha identificado diversas causas que perpetúan esta desigualdad de género en el ámbito de la construcción, especialmente en los trabajos a pie de obra.
Una de las conclusiones más destacadas es la invisibilización del problema en sí mismo. A pesar de la alarmante brecha de género en el sector de la construcción, tanto a nivel general (8%) como específicamente en trabajos a pie de obra (1%), no existe una conciencia colectiva sobre esta problemática. La sociedad y el sector no reconocen el problema, lo que se traduce en una falta de demanda de intervenciones para corregir esta desigualdad. La ausencia de investigación específica sobre este tema refleja también esta falta de conciencia y preocupación.
Para abordar esta problemática, es fundamental visibilizarla y concienciar sobre su existencia. La falta de estudios y literatura específica en este ámbito resalta la necesidad de investigar más sobre las causas de esta segregación laboral. Además, se requieren estrategias para desmontar los estereotipos de género asociados a los trabajos a pie de obra, como la percepción de que son roles exclusivamente masculinos o que requieren habilidades innatas que las mujeres no poseen.
Es esencial destacar que muchas de estas creencias son falsas y están basadas en estereotipos desactualizados. La realidad actual de los trabajos a pie de obra, gracias a la tecnología y las regulaciones de seguridad, dista mucho de la imagen tradicional. Sin embargo, persisten obstáculos para que las mujeres accedan a estos puestos, como la falta de referentes femeninos en el sector y la escasa información sobre las oportunidades laborales y condiciones económicas en la construcción.
Para avanzar hacia un sector más inclusivo, se proponen varias medidas concretas. Es necesario continuar investigando las causas de la baja presencia femenina y desmontar los estereotipos de género asociados a los trabajos a pie de obra. Se sugiere implementar campañas publicitarias y estrategias de sensibilización dirigidas a jóvenes y mujeres que desafíen estos estereotipos y promuevan la igualdad de oportunidades en el sector.
Además, se propone la creación de referentes femeninos en el sector, premios a trayectorias destacadas de mujeres y medidas de acción positiva, como subvenciones para la contratación de mujeres en trabajos a pie de obra. La normalización de la presencia femenina en la construcción no solo beneficiará a las mujeres, sino que también mejorará la imagen y valoración social del sector, aprovechando el talento y las capacidades de todas las personas, independientemente de su género.
En conclusión, abordar la ausencia de las mujeres en los trabajos a pie de obra en el sector de la construcción requiere un enfoque multidimensional que desafíe los estereotipos de género, promueva la conciencia y la visibilidad del problema, y adopte medidas concretas para garantizar la igualdad de oportunidades en el sector. Solo así se podrá avanzar hacia un sector más inclusivo y equitativo para todas las personas.