Más de un tercio de las mujeres en activo (34%) ya supera los 50 años. Sin embargo, el 82% de las desempleadas sénior siente discriminación en su acceso al mercado laboral. Un 77,4% destaca que esta discriminación se ha producido en la entrevista de trabajo, donde se ha cuestionado su capacidad para manejar nuevas tecnologías, ser dirigida por líderes más jóvenes o la posible sobre cualificación. ¿Esta sustituyendo el estigma de la edad al de la maternidad?
Pocas cosas con menos sentido que la discriminación laboral por edad cuando las mujeres mayores de 50 años ya suponen el 33,8% del total de activas. Por primera vez casi 4 millones de mujeres +50 tienen trabajo o lo buscan. En 2040 este dato alcanzará el 50% de las mujeres en activo.
pese a ello, la mayoría de las mujeres sénior en desempleo (82%) ha sentido discriminación en alguna de las diferentes fases de búsqueda de empleo, En concreto, un 77,4% destaca que esta discriminación se ha producido en la entrevista de trabajo, donde se ha cuestionado su capacidad para manejar nuevas tecnologías, la posible sobre cualificación y/o mayores exigencias salariales, así como la disposición para trabajar bajo la dirección de personas jóvenes.
Un 47,4% de mujeres de +50 asegura que cuando ha incluido la edad en el currículum, nunca ha recibido respuesta por parte de ninguna empresa, una realidad que podría ser reflejo de los citados prejuicios que asocian su candidatura con capacidades reducidas, falta de adaptabilidad o conocimiento de las nuevas tecnologías. Pero es que un 31,2% ha evidenciado esta discriminación en las propias ofertas de empleo, por dirigirse expresamente a personas de menos edad, a través de expresiones como “buscamos equipo joven” o incluir en los requisitos un rango de edad determinado, una práctica penalizada por la legislación actual, pero que en ocasiones sigue produciéndose.
Según el informe AROPE (At risk of poverty and exclusion, de EAPN), la mujer se enfrenta a “carreras de cotización más entrecortadas y deficientes”, con una exposición mucho mayor a la exclusión social. Así se pone de relieve en dicho informe: en 2022 la tasa AROPE femenina (mujeres en riesgo de exclusión y/o pobreza) alcanzó el 27,2%, frente al 24,8% masculina. En términos absolutos, se contabilizan 805.209 mujeres más en esta situación (6.574.605 mujeres frente a 5.769.396 hombres).
El 11º Informe #EmpleoParaTodas de la Fundación Adecco recoge un apartado con 10 consejos para facilitar que la mujer +50 encuentra el trabajo que busca en el menor tiempo posible.
1. Actualiza y personaliza tu currículum. Asegúrate de incorporar tus formaciones y experiencias más recientes. Resalta tus habilidades y los logros que has alcanzado en trabajos anteriores. Además, no olvides personalizar el currículum para cada oferta, detallando cómo puedes aportar un valor único a la empresa a la que envías tu candidatura.
2. No indiques la edad en el currículum: enfócate en tus competencias. La edad está de más en el currículum, ya que no determina la capacidad y habilidades de una persona. Por tanto, incluir la fecha de nacimiento no es necesario y, además, puede dar lugar a discriminación por edad, consciente o inconsciente. Al omitirla, reduces el riesgo de ser descartada prematuramente por la edad.
3. Apuesta por el currículum funcional. A partir de los 50 años, es frecuente tener experiencias profesionales, pero no siempre son recientes en el tiempo. Por ello es preferible que, en lugar de ordenar estas experiencias por fecha, poniendo al descubierto que el último trabajo fue hace mucho tiempo, agrupes los empleos por sectores, haciendo hincapié en la formación académica y motivaciones personales.
4. Conoce dónde está la oferta de empleo. El mercado laboral está en continuo cambio, marcado por factores como la digitalización o el cambio de patrones de consumo. Por ello, es posible que no encuentres oportunidades de trabajo en tu sector de procedencia. En este escenario, estar al tanto de las actividades que hoy tiran del empleo puede ser de gran ayuda para encontrar una oportunidad profesional. Algunas áreas con alta demanda en estos momentos son la logística (requiere perfiles como preparadores de pedido, repartidores, transportistas…), el sector sociosanitario o el área de servicios, en posiciones como teleoperador u operario de limpieza especializada.
5. Fórmate o acredita competencias: los certificados de profesionalidad. Es posible que tu experiencia profesional te haya permitido adquirir los conocimientos y competencias necesarios para un puesto de trabajo. Sin embargo, también es probable que carezcas de una titulación homologada que te avale como profesional en estas áreas. Si es tu caso, no dudes en acreditar tus competencias a través de los certificados de profesionalidad emitidos por el SEPE, y que tienen validez en todo el territorio nacional. En caso de que no sea posible, la formación en las áreas estratégicas para el puesto de interés es la mejor vía para acceder a los mismos.
6. Entrena las competencias digitales y explora las redes sociales. Internet se ha convertido en la gran ventana al mundo laboral y casi cualquier puesto de trabajo exige intuición tecnológica. Es imprescindible superar la barrera tecnológica y estar presente en los canales digitales, utilizando y optimizando las técnicas de búsqueda de empleo online (redes sociales como LinkedIn), así como construir una marca personal que multiplique tus posibilidades profesionales.
7. Pon en valor las soft skills. Más allá de las capacidades técnicas, las empresas valoran cada vez más las habilidades blandas. Huyendo de estereotipos, las mujeres sénior tienden a ver reforzadas skills como la madurez, la experiencia, el control emocional, la templanza o la tolerancia estrés. Es importante identificarlas y ponerlas en valor en los procesos de selección.
8. Haz voluntariado. Es una práctica en auge, muy valorada por los seleccionadores y que permite entrenar habilidades como la comunicación, la empatía o la asertividad. Además, proyectarás compromiso e implicación con la comunidad local, una habilidad de gran importancia para los equipos de trabajo.
9. Sé flexible. El mercado laboral cambia a gran velocidad y prima la flexibilidad. Es probable que encuentres un empleo que no se adapta completamente a tu perfil profesional, pero que te permita entrar en el mercado laboral, incrementar tu red de contactos e ir progresando hacia tus intereses. Asimismo, es importante practicar la apertura a diferentes opciones como la movilidad geográfica, el empleo por cuenta propia y otras fórmulas que, quizás, no contemplabas en el planteamiento inicial.
10. Dedica tiempo al networking. Las relaciones sociales son uno de los grandes vehículos para conseguir oportunidades profesionales. De hecho, el 80% de las ofertas de trabajo no llega a publicarse, porque se cubre directamente a través de recomendaciones de personas de referencia. Es importante invertir tiempo en la elaboración de una agenda de contactos estratégicos, que te ayude a acceder a ofertas de empleo adecuadas a tu perfil profesional. LinkedIn supone una gran plataforma para nutrir esta red de contactos y sacar el mayor provecho de la misma.