Un mercado de 4,38 millones de personas espera que adaptes tu marketing a su discapacidad

Los 4,38 millones de personas con discapacidad que viven en España celebran mañana su Día. ¿Te has parado a pensar qué hace tu empresa para no dejar de lado a un colectivo tan amplio a la hora de planificar sus acciones de comunicación o de marketing? Ilunion ha editado una guía para facilitar la inclusión de personas con discapacidad también en tu cartera de clientes.

La renta medía de las personas con discapacidad está creciendo, su incorporación al mercado laboral también. Más allá de consideraciones de justicia e inserción que nunca deben quedar al margen, el colectivo debe ser tenido en cuanta como un mercado potencial al que sin embargo demasiadas empresas dejan al margen. Ser visible para el mercado es también una vía hacia la plena inclusión pero el desconocimiento de las empresas sobre cómo adaptar su comunicación y campañas hace que en demasiadas ocasiones estas esquiven involuntariamente a una parte  de la sociedad.

Ilunion y el Grupo Social ONCE han habilitado una herramienta para ayudar a las empresas a ser inclusivas. Algunos de sus consejos son técnicos, otros de sentido común.

Lo primero es empezar por los contenidos. Olvídate de los tecnicismos y las frases enrevesadas. Habla claro, directo y al grano. Si usas videos, asegúrate de incluir subtítulos para que cualquiera pueda seguirlos, ya sea porque tiene una discapacidad auditiva o porque está viendo el video en silencio (sí, todos lo hacemos en el transporte público). Y no te olvides de las audiodescripciones para personas con discapacidad visual: narrar lo que sucede en pantalla puede ser la diferencia entre conectar o perder a un potencial cliente.

En el mundo digital, el diseño lo es (casi) todo. Tu web o app no solo tiene que ser bonita, también accesible. Asegúrate de que sea fácil de navegar, con botones claros y textos que se puedan ampliar. Usa colores con buen contraste y fuentes legibles para que nadie tenga que adivinar qué quisiste decir. ¿Y qué hay de las imágenes? Añade descripciones (texto alternativo) para que los lectores de pantalla las traduzcan en palabras. Esto es básico, pero muchas marcas todavía lo pasan por alto.

El diseño universal es el siguiente nivel. Piensa en un packaging que tenga texto grande y claro o, mejor aún, que incluya braille. En los puntos de venta, asegúrate de que cualquier persona pueda moverse cómodamente: rampas, mostradores accesibles y señalización clara son imprescindibles. Si organizas eventos, incluye intérpretes de lengua de signos y materiales accesibles. La idea es que nadie se quede fuera.

Y hablando de inclusión, evita los clichés. No necesitas presentar a las personas con discapacidad como héroes ni como ejemplos de superación para que tu marca brille. Mejor muéstralas como son: personas con vidas diversas, habilidades y roles activos en la sociedad. Así no solo serás más auténtico, sino que conectarás de verdad.

Por último, la inclusión no empieza solo con lo que muestras hacia afuera. Forma equipos diversos, da formación sobre accesibilidad a tu gente y escucha a quienes tienen algo que decir desde su propia experiencia. Esto no solo enriquecerá tus campañas, sino que hará que sean genuinas.

En resumen, ser inclusivo en tu comunicación no es complicado, pero sí requiere intención. Es una inversión que vale la pena, porque no solo estarás haciendo lo correcto, sino también llevando tu mensaje a más personas y marcando la diferencia. Y al final, ¿no es eso lo que todas las marcas buscan?

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