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Miguel Ángel Cervera: el hombre que más sabe sobre el trabajo del futuro

No hace falta ser famoso para ser elegido Hombre del Año por la Revista Esquire. Pero es imprescindible haber realizado una contribución social reseñable desde el ámbito profesional. El santanderino Miguel Ángel Cervera fue Hombre del Año 2020 por haber contribuido decisivamente a revolucionar la forma de teletrabajar desde su responsabilidad como Director Modern Workplace y Ciberseguridad de Microsoft en España, que engloba Microsoft Teams. Un año después, este santanderino dirige para España y Portugal, el equipo de Digital Sales en Microsoft EMEA. Este cántabro es una de las personas del mundo que más sabe sobre cómo vamos a trabajar en el futuro.

Miguel Ángel Cervera vive entre Madrid, Dublín y Santander. Nómada por vocación, ha trabajado para la Agencia Espacial Europea, Airbus, Vodafone y Microsoft y ha desarrollado proyectos empresariales propios “aunque con éxito dispar, me ayudaron a dar rienda suelta a mis inquietudes creativas y emprendedoras, que me ayudaron a conocer algo más en detalle el mundo start-up”.

Desde su responsabilidad internacional en una de las compañías internacionales más importantes de la era global, su mirada sobre la empresa y los entornos laborales se adelanta al futuro.  Quizás por eso, irradia energía cuando habla sobre un medio plazo que “va de cultura, personas y espacios de co-creación” y comparte la “gran oportunidad para la pyme” de gestionar la diversidad y favorecer la inclusión como palancas para ganar en competitividad.

¿Cómo será el futuro del trabajo? Esta es posiblemente la pregunta que más veces ha respondido Miguel Ángel Cervera. “La respuesta es que, como todos, estamos aprendiendo sobre la marcha. Estamos convencidos de los beneficios que el trabajo híbrido aporta y, por ello, estamos continuamente estudiando datos, recabando feedback y viendo qué funciona y qué no. No hay duda de que habrá un cambio de paradigma en lo fundamental para crear un modelo operativo nuevo y más flexible que pivota claramente en la transformación de la cultura, la revitalización de los espacios y la productividad y conciliación de las personas”.

“La realidad es que el trabajo en remoto es algo que me apasiona desde hace tiempo”, continúa Miguel Ángel. “Su adopción a lo largo de los años ha supuesto cambios en nuestra forma de trabajar y de relacionarnos que han contribuido a conciliar mucho mejor y a favorecer mayores índices de movilidad y productividad en las empresas hoy en día. Es cierto que recientemente hemos vivido una implantación acelerada y muy extrema; pero es una realidad que los beneficios son claros, tangibles y las posibilidades de cambio enormes.”

Una de las cosas que más le preocupa hoy son los retos a los que se enfrentan las empresas a la hora de adoptar el trabajo en remoto de forma permanente: “¿cómo podemos gestionar una cultura más descentralizada, facilitar el conocimiento distribuido o promover la colaboración desestructurada? ¿Cómo podemos fomentar la creatividad? ¿Cómo garantizamos la inclusión de cualquier miembro del equipo y su bienestar?”

Al igual que los modelos y retos de cada empresa son únicos, las respuestas a las preguntas anteriores son únicas, aunque en todas el mínimo común múltiplo es la adopción de la tecnología y el impulso a planes más ambiciosos, liderados por los comités de dirección, que aborden un trabajo más híbrido, inclusivo y mucho más inteligente con las personas y los datos en el epicentro de la organización.

En este sentido, Miguel Ángel siempre que viene a Cantabria intenta conectar con la comunidad, ya sea participando en foros, haciendo networking o compartiendo impresiones con compañeros y profesionales de la región. Uno de los aspectos que más le motiva de estas conversaciones es “aprender de la realidad local, lo que funciona y lo que no e intentar ayudar, aportando mi visión en la medida en la que pueda ser interesante”.

Dos de los aspectos que ve con mayor interés y que le apasiona entender y colaborar son la gestión de la diversidad y el impulso la sostenibilidad. “Estoy convencido que ambas áreas puedan sonar recurrentes o escuchadas en distintos foros, pero la realidad es que en el espacio competitivo global, incierto y digitalmente acelerado en el que operan nuestras empresas hoy en día, ambas son una gran oportunidad para explotar”.

“Impulsar la sostenibilidad no es una acción puramente de responsabilidad social; los riesgos de no impulsarse afectarán claramente a la competitividad, el crecimiento a medio plazo y la retención de los empleados”  ”Es en el contexto de la escasez del talento y su descentralización con motivo del trabajo híbrido donde es clave gestionar activamente políticas de diversidad e inclusión para favorecer un entorno laboral más empático y creativo”, concluye Miguel Ángel.

 

 

 

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