La vuelta a la rutina tras las vacaciones de verano se convierte en un momento clave para que los españoles hagan balance de su bienestar físico y mental. Aunque el descanso estival suele favorecer una mejora en el estado anímico y físico, el regreso al trabajo trae consigo el retorno de los problemas relacionados con el entorno laboral y los protagonistas principales son el estrés y la falta de desconexión.
Según el ‘Informe Salud 2024: Estado de la salud laboral en las empresas’, presentado por Cobee, el 37% de los empleados en España admite que le cuesta desconectar de las tareas diarias al finalizar la jornada, lo que repercute directamente en su descanso nocturno. De hecho, 1 de cada 3 personas asegura dormir peor a causa del estrés laboral, y un 24% adicional afirma tener problemas para descansar, aunque no los vinculan directamente con su trabajo. La Sociedad Española del Sueño (SES) advierte que el insomnio afecta a 4 millones de adultos en el país, lo que tiene un impacto directo en el rendimiento diario, pudiendo derivar en problemas de salud más graves como ansiedad, hipertensión y enfermedades crónicas como la diabetes u obesidad.
El estrés laboral es un problema extendido entre los empleados en España. El informe de Cobee revela que más de la mitad de los trabajadores (55%) ha sufrido episodios de estrés prolongado en el último año debido a su trabajo. La situación es aún más preocupante para las mujeres: 2 de cada 3 trabajadoras experimentan estrés laboral frente a 1 de cada 2 hombres.
Entre las principales causas del estrés, la **sobrecarga de trabajo** se destaca como el problema más citado (71%), seguido por la falta de motivación (34%), un ambiente laboral tóxico (33%) y la dificultad para conciliar la vida personal y laboral (32%). Al observar las diferencias de género, las mujeres tienden a señalar el ambiente tóxico (38%) y la frustración por la falta de crecimiento personal (35%) con mayor frecuencia que los hombres.
A pesar del evidente impacto del estrés en la vida laboral, solo el 18% de los trabajadores ha solicitado ayuda de un especialista en salud mental. La diferencia entre géneros es notable: mientras que solo el 14% de los hombres ha buscado apoyo profesional, el porcentaje de mujeres que lo ha hecho asciende al 23%.
Aún más preocupante es el hecho de que, según Borja Aranguren, CEO de Cobee, **el 85% de las empresas en España** no cuentan con sistemas adecuados para apoyar la salud mental de sus empleados. Esta falta de respaldo ha llevado a que **1 de cada 3 empleados** contemple la posibilidad de renunciar a su puesto en el último año. Asimismo, un 12% de los trabajadores ha solicitado una baja por estrés o ansiedad, mientras que un 10% hubiera querido hacerlo pero no se atrevió por miedo a repercusiones laborales.
Dentro del paquete de beneficios que ofrecen las empresas, el **seguro de salud** sigue siendo el más apreciado por los empleados. A pesar de su alta valoración, solo el 27% de los trabajadores en España cuenta con un seguro de salud proporcionado por su empleador, aunque esta cifra ha aumentado ligeramente respecto al año anterior.
Los empleados no solo buscan cualquier póliza de salud, sino que exigen **flexibilidad y coberturas adaptadas** a sus necesidades reales. El 57% de los trabajadores considera que la ausencia de copagos es el factor más importante, seguido de la inclusión de seguro dental (17%) y la atención psicológica (11%). Además, la posibilidad de acceder a citas con mayor rapidez y elegir especialistas son ventajas clave para quienes prefieren el sector privado frente a la sanidad pública.
El informe de Cobee subraya la urgencia de que las empresas españolas prioricen la salud mental de sus empleados y adapten sus beneficios a las necesidades actuales. El estrés laboral sigue afectando de manera significativa al bienestar de los trabajadores, especialmente entre las mujeres, y los esfuerzos para mitigar sus efectos deben centrarse tanto en mejorar el ambiente laboral como en ofrecer apoyo profesional de salud mental. Asimismo, la demanda de seguros de salud más completos y flexibles continúa creciendo, reflejando una clara tendencia hacia una mayor personalización de los beneficios laborales.
