La empresa a la que ayuntamientos, gobiernos regionales, proyectos europeos y grandes empresas recurren para hacer económicamente viable su compromiso con la eficiencia energética es cántabra, ha sido cofundada por una mujer y no para de crecer. Con sedes en Cantabria, Barcelona, Madrid y Palma de Mallorca y 30 trabajadores en plantilla, está detrás de proyectos como el diseño del Paisaje de la Luz que definirán como va a iluminar la capital su patrimonio en las próximas décadas. Construye la primera casa monitorizada de Consumo Casi Nulo en Cantabria y gestiona la oficina técnica del mayor proyecto europeo en aplicación de inteligencia a la eficiencia. Hoy, su cofundadora, Inés Simón, opina en Influyentes sobre el papel de las consultoras en la crisis energética y el papel de la mujer en el sector de la energía.
P. -¿Qué lleva a una ingeniera química a convertirse en socia de una consultora energética referente en España?
R.-Como decía Ortega y Gasset “Yo soy yo y mis circunstancias”. Estudié la licenciatura en Ciencias Químicas, guiada por unos jóvenes e incipientes intereses y al terminar decidí seguir estudiando para obtener también el título de Ingeniería Química Superior, abriendo las fronteras de mi mundo formativo en otros países como Irlanda y Austria. Ello, me permitió comenzar mi desarrollo laboral como ingeniera química en un laboratorio de control de una industria Química, esos años me ayudaron a dar los primeros pasos en el mundo laboral en los cuales absorbí una importante capacidad de resolución de los distintos contratiempos que nos íbamos encontrando.
La oportunidad de crear SAWATCO se me presentó años después lo cual me pareció un gran reto personal, me motivaba muchísimo la idea de crear algo propio y que pudiera aportar desde el conocimiento una mejora de nuestro mundo, a la vez que era consciente del gran riesgo que conllevaba. Una vez más, la interpretación de la realidad que se me presentaba definía mis “circunstancias” y me permitía ponderar salir de mi “zona de confort” y asumir semejante reto. Estoy feliz por ello.
P. – ¿Cuál ha sido la evolución de Sawatco desde que se creó? En su opinión, ¿qué ha hecho de una empresa cántabra, la empresa capaz de acompañar a grandes urbes como Barcelona en su transformación hacia la eficiencia?
R.-SAWATCO nació en el año 2009 para aportar su conocimiento mitigando el desequilibrio medioambiental existente haciendo viable técnicamente y rentable económicamente las energías renovables y la eficiencia energética. El inicio se centró en la implementación de los denominados popularmente como “huertos solares”, es decir, grandes plantas fotovoltaicas de producción de energía eléctrica a partir de la radiación solar, debido a la gran crisis que este sector sufrió, principalmente por razones jurídico-administrativas y regulatorias, nos reconvertimos en consultoría energética e ingeniería aplicada, esto nos permitió, con un nivel de especialización adecuado, dar respuesta no solo a la generación sino también a controlar la demanda, es decir, al ahorro de energía y la disminución de CO2. Siempre ha habido mucho por hacer, mucha tecnología que cambiar y hábitos que mejorar en las ciudades. El último paso evolutivo de los servicios y alcance de Sawatco como organización se decidió hace unos 4 años convirtiéndonos también en gestores energéticos.
En mi opinión, son diversos los factores que han sido fundamentales en la base de nuestro éxito a nivel nacional, algunos tienen como raíz una adecuada gestión emocional y otros subyacen de una combinación de visión estratégica y calidad técnica.
Nunca podemos olvidarnos de la importancia de las personas en las organizaciones. La tracción que emerge en Sawatco, permitiendo su actual papel en el sector de la eficiencia energética, se fundamenta en su visión estratégica alimentada por la capacidad profesional y técnica de las más de 30 personas que lo hacen funcionar.
Creo con sinceridad que nuestro conocimiento del funcionamiento de la Administración Pública desde una perspectiva integral nos ha permitido asesorar técnica, jurídica y económicamente, permitiendo hacer viable y rentable la sostenibilidad. Esa visión, sin duda, ha sido la espina dorsal de nuestro crecimiento, permitiendo actualmente entrelazar sostenibilidad con transformación digital.
Digamos que Sawatco está diseñada y enfocada a la adecuación de esta época tan disruptiva que nos ha tocado vivir, su capacidad adaptativa al cambio constante nos hace versátiles y nos permite acompañar a importantes urbes y organizaciones con proyectos tan punteros.
P. – ¿La crisis energética ha otorgado un nuevo papel a las consultoras del sector?
R.-He de decir que las empresas del sector siempre hemos tenido un papel activo puesto que nuestro negocio pivota en torno a la viabilidad de la sostenibilidad. Si claro, el papel de las consultoras es vital en esta crisis energética. Las empresas consultoras podemos convertirnos en aceleradoras y catalizadoras para reducir su estructura de costes energética, por nuestro conocimiento específico de la eficiencia energética y las energías renovables.
Debemos ayudar a la Administración Pública y las organizaciones privadas a reducir sus costes energéticos, fomentando y haciendo viables todos los planes de ayudas que están entrando de la Unión Europea. Tenemos mucho que aportar al respecto, tanto a la Administración Pública como a las organizaciones privadas.
P. ¿Existe alguna receta para empresas que ha tenido que cerrar sus hornos en Cantabria, debido al alto coste de la electricidad?
R.-La casuística interna de cada empresa es muy variable y no se puede generalizar, las políticas de ahorro de energía deben ser vitales para cada empresa, pero más aún para las electro-intensivas. La energía pesa mucho en la estructura de costes de los grandes consumidores, digamos que, en términos generales, dichas empresas siempre han estado pendientes del coste de la energía. La crisis energética actual conlleva optimizar al máximo las políticas de ahorro de energía. Nosotros a esta tipología de consumidor le prestamos servicios enfocados a digitalizar y monitorizar procesos en la cadena del consumo de energía, ciertos cambios tecnológicos en elementos consumidores secundarios y dónde más nos centramos actualmente es en el diseño de la política de compra de energía por parte de la organización. Les acompañamos para darse de alta y representarles como Consumidores Directos del Mercado. La ley les permite ir directamente a comprar al mercado sin pasar por intermediarios.
P. -Cuando hablamos de reducir costes energéticos, ¿hay una receta general o es preciso trabajar a medida?
R.-Existe un común denominador. Se puede ahorrar fundamentalmente por tres factores: por cambio de tecnología más eficiente, por una monitorización constante que nos permita detectar las ineficiencias del uso de esas instalaciones y por la gestión de la compra de esa energía necesaria. Una vez que somos conocedores de que todo pivotará sobre esa receta general hay que adaptarse a cada caso y estudiar la viabilidad de cada consumidor. Los ahorros se consiguen en función de las curvas de consumo y no se puede aplicar la misma solución a consumidores de noche que de día o a consumidores con un régimen de funcionamiento diferente.
Existen tipologías de consumidores que pueden tener perfiles similares por su uso, su volumen y sus necesidades pero siempre existirá la necesidad de concretar y mejorar la casuística de cada uno.
P.-¿Se puede decir que la mujer en el sector energético no ha alcanzado aún la representatividad esperable?
R.-El papel de la mujer en este sector es prácticamente irrelevante, queda mucho por hacer, aunque las estadísticas desde una perspectiva histórica demuestran una lenta evolución hacia la corrección del desequilibrio. Avanzaremos como sociedad cuando una variable como el género no se cuestione, cuando no genere interés o ni siquiera tenga sentido preguntar por ello. Queda muchísimo por hacer. Situaciones que ejemplifican lo que ocurre se observan en el mismo el proceso de elaboración Ley de Cambio climático y Transición Energética. A título de ejemplo, en el año 2018 el ejecutivo nombró, a proposición de los grupos parlamentarios, una comisión de expertos independientes compuesta por 14 hombres y ninguna mujer. La composición de los consejos de administración de los gigantes del sector energético también arroja cifras donde el papel de la mujer es aún minoritario, suponiendo de media, el 30% de los cargos en los mismos. Incluso en el plano científico derivan situaciones injustas para el papel de la mujer, un ejemplo claro se observa también en el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), en cuyos informes hay una representación media de un 20%-30% de mujeres expertas.
Entrelazando la visión más social del papel de la mujer en el sector de la energía y con una perspectiva más personal, vuelvo a hacer referencia a Ortega y Gasset para afirmar que las circunstancias condicionan nuestro “yo evolutivo”. Dichas circunstancias me han llevado a tener que demostrar constantemente mi valía en este sector, por tanto, creo que ese “sobreesfuerzo” me ha facilitado una capacidad creativa y resolutiva importante. Me ha hecho más resiliente.
