Influyentes Cantabria

Iñaki Romero, de Paisaje Transversal: La época de las “ciudades marca” es más del pasado que del futuro

Cinco arquitectos urbanistas crearon en 2011 en Madrid Paisaje Transversal,  una Sociedad Limitada Laboral dedicada a la planificación urbanística que ha participado ya en más de 120 proyectos en Madrid, Barcelona, Valencia, Zaragoza, Vitoria, o Málaga además de en Alemania, Francia, República Checa y Rusia, México, Perú, Brasil y Guatemala. Reconocida con el Premio a la Excelencia de la Economía Social Madrileña; el Premio Nacional para Jóvenes Arquitectos Arquia Próxima en su apartado de Innovación o el Ciudad Open House Madrid al Mejor Compromiso Ciudadano. Con proyectos  reconocidos en la Bienal de Arquitectura de Venecia 2020-21 y una obra premiada y dos finalistas en la Bienal Española de Arquitectura y Urbanismo 2021, firman ahora junto al estudio Landlab, Santander 2055, Hábitat Futuro, el modelo de ciudad con el quiere la capital de Cantabria quiere no solo definir su evolución sino inspirar a otras ciudades medianas.

Dos de sus socios fundadores: Pilar Díaz Rodríguez, especilista en eficiencia energética y rehabilitación medioambiental e Iñaki Romero Fernández de Larrea, especializado en GIS y análisis urbano, explica hoy en Influyentes como el concepto de urbanismo regenerativo se convierte en la herramienta para responder a los grandes retos que las ciudades van a tener que enfrentar. Con la mirada puesta en el futuro y el territorio en equilibrio.

P.- La base de todo este proceso es el urbanismo regenerativo, pero, ¿qué engloba este concepto?

Se trata de mejorar nuestras ciudades con la perspectiva de devolver el equilibrio al territorio, de diseñar la ciudad para que se pueda adaptar y transformar a los cambios que están por venir, como el cambio climático, y que sus ciclos de materia y energía sean circulares. Supone un cambio de los modelos ecológicos, económicos y sociales sobre los que se han desarrollado las ciudades y define sistemas que no consuman los recursos disponibles, sino que generen otros que aseguren la compatibilidad entre la prosperidad económica y social y la naturaleza.

 P.- El documento técnico propone Santander como una ciudad nueva para 2055: circular, sostenible, resiliente, vertebrada, próspera, vital e inclusiva.

Esta nueva ciudad que se propone establece un modelo para los 32 barrios de Santander donde todas las necesidades cotidianas están cubiertas a una distancia cercana, de un paseo de 15 minutos, y eso genera que la movilidad se realice mayoritariamente en modos no contaminantes porque los servicios están más cerca, y son más accesibles para todo el mundo; esta ciudad es más inclusiva, vital, y vertebrada. Además se propone potenciar los sectores económicos más estratégicos y ventajosos para la ciudad para que generen oportunidades y se adelanten a las necesidades futuras, se mejora el entorno natural mediante corredores naturales ecológicos y litorales, y se reduce la explotación de recursos naturales buscando formas circulares de gestión, esta sería la ciudad próspera, resiliente y sostenible.

P.- Según se propone en este documento técnico, ¿qué es necesario regenerar en Santander?

Santander Hábitat futuro se define desde el urbanismo regenerativo, de modo que la regeneración se sitúa en el centro del futuro de Santander. El modelo reconoce la necesidad de regeneración de Santander a través de  las cuatro estrategias propuestas, que implican la regeneración de: tejidos residenciales y dotacionales, del modelo de movilidad, de la actividad y tejido productivo, de la infraestructura verde y el metabolismo urbano. A su vez se destacan 6 proyectos transversales: La Campiña, La Vaguada de Las Llamas, General Dávila, Estaciones-Peñacastillo, Litoral cultural y Marismas y Raos, todos ellos ámbitos de oportunidad de Santander desde los que iniciar la regeneración, dirigidos a preservar y regenerar el verde de la ciudad, favorecer la ciudad vital e inclusiva, la movilidad sostenible, la circularidad e incentivar la actividad e innovación. Y por último se reconoce  las células más pequeñas desde las que iniciar la regeneración, los 32 barrios, en los que las 4 estrategias del urbanismo regenerativo se despliegan incidiendo en mayor o menor medida en cada uno de ellos, con propuestas de regeneración entorno a la vivienda, los espacios libres, la cultura y la participación, los servicios públicos, el tejido comercial y terciario y la actividad ecológica.

P.- Los ciudadanos pueden percibir varios problemas de la ciudad, como la falta de aparcamientos, la masificación en verano, o la degradación de algunos barrios, por ejemplo. Pero, ¿cómo define un equipo de arquitectos urbanísticos las necesidades más importantes de Santander?

Santander Hábitat Futuro mira a las necesidades y problemas para 2055, con voluntad de adelantarse al futuro y adaptar la ciudad de un modelo lineal consumidor de recursos a un sistema circular. Una necesidad que comparte con todas las ciudades del mundo, consumidoras en su conjunto del 60% de los recursos, que generan residuos y contaminación, provocando más del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero a escala global como se advierte en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas. Y que también concentran las mayores cifras de desigualdad y polarización.

Por ello las necesidades más importantes que detectamos en Santander tienen que ver con la necesidad de regeneración de las estructuras que impiden que los procesos naturales confluyan con la prosperidad económica y social, y que a su vez dificultan la adaptación de la ciudad a las diferentes perturbaciones consecuencia del cambio climático, ya existentes y por venir, como las olas de calor, incendios, la amenaza de déficit hídrico, el menor rendimiento de las cosechas, el encarecimiento de las materias primas…

Santander necesita: reconectar con el territorio, regenerar las relaciones de la ciudad con su entorno natural y/o rural, preservar y conectar todas las piezas de su infraestructura verde y azul desde la región al entorno periurbano y el casco urbano, hacer un uso eficiente de la energía, el agua y los residuos, reducir la pérdida de población, la desigualdad entre barrios, la obsolescencia y escasa eficiencia energética del tejido residencial, las carencias dotacionales y escasa calidad, naturalización y jerarquización de espacios libres y viarios,  la protección y valorización del patrimonio y la cultura, además de avanzar hacia una movilidad más sostenible, multimodal y descarbonizada y afianzar, a través de la innovación y la transición energética los sectores productivos exitosos que ya posee Santander además de impulsar sectores potenciales como las industrias creativas y los derivados de los servicios ecosistémicos como la actividad agroganadera que en su conjunto permitan evolucionar hacia una economía más verde y circular.

P.- ¿Qué propuestas aporta para esos problemas?

Las propuestas son en su conjunto el modelo Santander Hábitat Futuro, sus cuatro Estrategias, 6 Proyectos transversales y el Plan de barrios, cuya aplicación podrá ejecutarse a través de diferentes proyectos y políticas públicas más allá del Plan General.

 P.- Se paladea últimamente lo que será una ‘ciudad cultural’, con peso específico en el panorama nacional e internacional, una visión basada en los importantes proyectos en marcha o ya hechos realidad. ¿Ese es el futuro de Santander? ¿Puede tener más identidades basadas en más realidades?

La época de las ciudades marca con grandes contenedores culturales como el Guggenheim de Bilbao es más del pasado que del futuro, lo necesario para Santander es que la población que vive en ella tenga mayor calidad de vida. No cabe duda de que esta ‘ciudad cultural’ tendrá un impacto positivo en el turismo, pero sería también positivo plantear hitos culturales y medidas para atraer industrias creativas a una ciudad con un entorno privilegiado, como se propone en Santander, Hábitat Futuro.

 P.- ¿Cuáles son las oportunidades de la ciudad, desde la perspectiva de los profesionales del urbanismo?

Santander es un ciudad de tamaño medio, lo que a priori significa mayor calidad de vida, tiene una privilegiada condición geográfica, rodeada de mar y en un entorno climático favorable, posee condiciones físicas para ser más sostenible gracias a la energía del mar y del viento, o el aprovechamiento hídrico de sus muchas cuencas y su abundante lluvia. El tejido de los barrios tiene capacidad de mejora y es fácilmente adaptable a un modelo urbano más sostenible y con mayor calidad de vida. Santander se encuentra en un entorno económico propicio, con puerto, aeropuerto y centro científico tecnológico donde puede atraer inversiones y progresar en sectores económicos limpios vinculados a la innovación y transición energética. Todas estas adaptaciones atraerán población si se desarrollan.

P.- ¿Qué futuro planea sobre la integración ferroviaria, según se puede desprender de este estudio técnico? ¿Considera ineludible esta obra para Santander? ¿Cómo transformaría la ciudad?

El espacio ferroviario de Santander es, sin duda alguna, una de las operaciones urbanísticas con las que la ciudad va a enfrentarse en un horizonte no muy lejano. Santander, Hábitat Futura no propone una solución cerrada para este entorno, pero se muestra la necesidad de conectar los barrios que ahora están aislados y de incluir espacios verdes donde se infiltre el agua. A través de un nuevo parque lineal desde las Estaciones se podría definir una secuencia interconectada de espacios y hábitats que den acceso a la finca de la Remonta y Peñacastillo.

P.- Una de las estrategias de “Santander, hábitat del futuro” establece para todos los barrios “la ciudad de los 15 minutos”, un modelo donde todas las necesidades cotidianas estén cubiertas a la distancia de un paseo a pie o en bici. Tener todo a mano es una ventaja, pero ¿puede significar el desdoblamiento o multiplicación de servicios con el consecuente gasto? Por otra parte, ¿qué queda de la influencia del centro tradicional urbano, se disiparía?

Los servicios cotidianos como farmacias, tiendas de alimentación, colegios, centros de salud de barrio, zonas deportivas básicas, calles y plazas de calidad, deben estar en cada barrio de una ciudad, no se trata de elegir, sino de dotar a cada unidad de población mínima (entre 2.500 y 10.000 habitantes) de todo lo que necesita y de hacer que sea accesible para las personas que están cerca, para que si lo desean no tener que desplazarse lejos. El centro de la ciudad sigue manteniendo los principales equipamientos de escala ciudad dirigidos como hospital, Ayuntamiento, mercado central, etc.

 P.- ¿Llegaría a ser Santander una ciudad multicéntrica? De ser así, ¿es algo positivo?

La ciudad se compone de barrios, el objetivo es que los barrios sean células completas, vitales e inclusivas, de modo que cada uno de ellos tenga su centralidad en la que se concentra la actividad cotidiana, son centralidades del día a día a las que toda persona puede acceder en un paseo y que inciden directamente en la calidad de vida. Por lo tanto esas centralidades son fundamentales y positivas para la ciudad, son la base de la ciudad de los 15 minutos. Sin embargo estas centralidades de barrio no sustituyen al centro urbano, son complementarias al centro de la ciudad, permiten evitar desplazamientos innecesarios y ofrecer alternativas culturales, comerciales y de ocio fuera del centro, se trata también de aprovechar la riqueza de la ciudad en su conjunto y de que la población de Santander pueda disfrutar de la diversidad de su ciudad y no sólo de su centro.

P.- La propuesta nos habla de una nueva Santander en 2055, pero mientras, ¿qué va a pasar? ¿Qué pasos son necesarios desde su punto de vista?

El modelo de ciudad está planteado como un plan estratégico, de tal modo que se puede poner en práctica cuando se quiera, o llevarse a cabo solo alguna de sus partes. Tan solo requiere planificar las acciones y presupuestarlas para ir incluyéndolas en los planes y proyectos que se vayan haciendo. Lo que hemos hecho en otras ciudades, como en Vitoria o A Coruña, a través de su Agenda Urbana, es ayudar al equipo político, con la participación del equipo técnico y de la ciudadanía, a pactar los proyectos que se quieren llevar a cabo y planificarlos.

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