Influyentes Cantabria

Francisco M. Somohano Rodríguez. Impacto económico de la crisis COVID-19 sobre la PYME en la comunidad de Cantabria

El profesor de Economía Financiera y Contabilidad, Cátedra Pyme de la Universidad de Cantabria, Francisco M. Somohano Rodríguez,  analiza en este artículo los datos del informe sobre Cantabria del estudio ‘Impacto económico de la Covid-19 sobre la pyme en España’, elaborado por el Consejo General de Economistas, la Cámara de Comercio de España y FAEDPYME. En comparación con España, la crisis de la COVID-19 afectó a más pymes cántabras en la mayoría de los indicadores económicos (ventas, rentabilidad, productividad e innovación), si bien han puesto en marcha en mayor medida planes de gestión de riesgos y contingencias para proteger su liquidez y el empleo, por lo que sus expectativas de recuperación son mejores.

En Cantabria, al igual que en el resto de España, las restricciones a la movilidad han golpeado de manera distinta a las pymes. Según el Informe anual 2020 del Banco de España las que más lo han sufrido se encuentran la hostelería y la restauración con caídas en las ventas superiores al 50%. Otros sectores, como el refinado del petróleo, las empresas del sector de la cultura, el transporte, el almacenamiento, el textil y la fabricación de equipos de transporte también han sufrido un impacto que supera el 15%. En una primera aproximación, se observa que en Cantabria la economía ha tenido un mejor comportamiento en el 2020, con una disminución menor en el PIB, y hay unas mejores expectativas para el 2021 en lo que al plazo de la recuperación se refiere.

Con el objetivo de profundizar en los efectos económicos de la crisis COVID-19 sobre la pyme de España hemos realizado para el Consejo General de Economistas de España y la Cámara de Comercio de España un estudio basado en una encuesta telefónica a 960 empresas entre 6 y 240 trabajadores en el que participaron 14 universidades españolas coordinadas desde la Fundación para el Análisis Estratégico y el Desarrollo de la Pequeña y Mediana Empresa (FAEDPYME) junto con el Consejo General de Economistas y la Cámara de Comercio de España. Además, desde la Cátedra Pyme de la Universidad de Cantabria hemos realizado en paralelo un segundo estudio con 305 pymes con sede en Cantabria. Ambos estudios se realizaron entre febrero y abril de 2021.

Según los resultados recogidos en el Informe Pyme 2021 de Cantabria, las empresas cántabras tienen una edad media de 33 años, el 80% es familiar, el 15% está gestionada por mujeres, la edad media del gerente es de 51 años y el 50% tiene estudios universitarios. En referencia a la evolución de los empleados durante los años 2019 y 2020, aunque un porcentaje mayor de empresas cántabras han mantenido el empleo (el 72,8% frente al 62,4% en todo el país) muchas lo han disminuido, en España el 25,2% y en Cantabria del 15,8%, y para el año 2021 la previsión es un poco mejor para Cantabria, pero solo el 19% tienen previsto aumentarlo.

En cuanto a las ventas del 2020 en comparación con las del 2019, más de la mitad de las empresas afirman que han sufrido una caída (54,1% en Cantabria y 52,6% en España), aunque también hay un porcentaje significativo que aseguran que las aumentaron (19,7% en Cantabria y 21,3% en España). En su efecto, hasta el momento del estudio, es importante destacar que la crisis de la COVID-19 afectó a más pymes cántabras en la mayoría de los indicadores económicos (ventas, rentabilidad, productividad e innovación), si bien con menor intensidad por lo que el efecto en la caída de las ventas puede ser similar a la del país en su conjunto. Además, como era de esperar, las pymes han puesto en marcha planes de gestión de riesgos y contingencias para proteger su liquidez, y las cántabras en mayor medida que en el conjunto del país. También han utilizado más los ERTE/ERE y han detenido más la actividad innovadora así como las inversiones futuras. Si le añadimos la disponibilidad de la financiación bancaria en general, en mejores condiciones por el respaldo del Instituto de Crédito Oficial), las expectativas de recuperación para el 2021, especialmente para el primer semestre, son favorables.

Centrándonos en el ámbito de la pyme de Cantabria, en nuestra opinión a medio plazo, el aspecto más perjudicial que ha tenido la pandemia ha sido la disminución de su actividad innovadora. Esta circunstancia aumenta la importancia del programa Next Generation EU de la Unión Europea, cuya finalidad es no solo de proteger el tejido empresarial y de los hogares, limitando los efectos adversos de la crisis del COVID-19 sobre el crecimiento económico, sino que además, es una oportunidad para que las pymes mejoren la competitividad, la igualdad y la sostenibilidad. El acceso a esta nueva financiación con menor coste debería permitir impulsar con fuerza las estrategias de innovación de las pymes cántabras, incorporando la digitalización, la eficiencia energética y la sostenibilidad en general.

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