España ha estado en los últimos años a la cabeza de la Unión Europea en la aplicación de la ehealth o telemedicina. Los datos se han disparado desde la pandemia y han colocado a Cantabria a la cabeza de España con un incremento del 390% en las consultas, según datos de la plataforma MediQuo. Antes de la crisis sanitaria, Global Market Insights anunciaba que la telemedicina iba a generar 277 mil millones de dólares en 2025 a nivel mundial y 6,7 mil millones solo en España. Después de la crisis, tocaría recalcular las cifras al alza y quedaría aún más claro que la ehealth es un mercado con futuro. Lo saben empresas como la española IDOVEN, una startup que desde 99 euros permite monitorizar el corazón sin pasar por un centro sanitario ni alterar la rutina diaria. Iker Casillas ya ha invertido en un proyecto que le hubiera ahorrado algún disgusto y trabaja ahora para que IDOVEN consiga ahorrárselo a millones de personas en todo el mundo.
Acaban de cerrar una ronda de financiación de 2 millones de euros, de conseguir 500.000 euros de Fondos Europeos H2020 y de firmar un acuerdo de colaboración estratégica con Sanitas Hospitales pero no hace mucho, todavía alguien les recomendaba asegurarse su empleo por cuenta ajena en lugar de crear la startup de cardiología en remoto que está dando un vuelco al concepto de prevención en materia de salud.
Dos investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares, el cardiólogo Manuel Marina Breysse y el Ingeniero de telecomunicaciones José María Lillo Castellano, son junto a Íñigo Juantegui, emprendedor y fundador de otra startup de éxito como es Ontruck los creadores de IDOVEN.
Juntos han desarrollado un software basado en Inteligencia Artificial que monitoriza el corazón y analiza los datos para diagnosticar anomalías. La diferencia con propuestas previas estriba en que el sistema desarrollado por estos emprendedores permite monitorizar el corazón de un usuario un largo periodo y sin que éste tenga que alterar sus rutinas porque la monitorización se realiza en remoto.
Los datos obtenidos se analizan por el equipo de especialistas quienes aplicando algoritmos de inteligencia artificial, transforman los patrones de millones de latidos en información de la que extraer conclusiones para el propio paciente pero también para la investigación.
El “delivery de la cardiología” se pone en marcha cuando el usuario solicita su estudio a través de la web. En pocos días, recibe en casa un kit de monitorización cardíaca acompañado de instrucciones de uso comprensibles para todos los públicos. En la caja, una “camiseta” equipada con sensores, una grabadora que monitoriza los latidos y ningún cable.
El usuario no necesita alterar su actividad normal y debe utilizar la “camiseta” incluso durante el sueño. Solo 24 horas después, un mensajero pasa a recoger el kit y lo entrega al equipo de cardiología que buscará en el posibles arritmias y otros problemas cardíacos. En menos de siete días el usuario recibe su resultado y sabrá si se han encontrado anomalías y en ese caso, qué hacer. La información médica se entrega en formato digital para completar el ciclo de la telemedicina sin necesidad de acudir presencialmente al centro sanitario.
Estas prestaciones han demostrado su utilidad no solo para prevenir y atajar dolencias sino para complementar los servicios sanitarios en momentos extraordinarios de saturación o de restricción de las consultas presenciales.
Además, IDOVEN desarrolla junto a la Fundación Iker Casillas la campaña Dona Tus Latidos, una recogida masiva de datos cardiacos para investigación en la que ya participan empresas como Banco Santander o Google y organizaciones como la Comisión Europea.
