Influyentes Cantabria

“Hoy la clave es el diálogo y construir planes de trabajo contando con los mejores y los más experimentados”

La presidenta de CEAPI y fundadora de la consultora de comunicación ATREVIA ve imprescindible la colaboración público-privada

 

El contexto global de este año 2020 ha desestabilizado economías, patrones, estructuras y modelos y en este contexto la colaboración público-privada debe jugar un papel determinante en la reconstrucción post pandemia. No en vano, el sector empresarial ha demostrado liderazgo y solidaridad durante la pandemia adaptándose con rapidez, poniéndose a disposición de gobiernos y ciudadanos, manteniendo sus servicios, permitiendo que los servicios esenciales no fallaran durante el confinamiento.

Hoy, inmersos todavía en el azote de la COVID-19 y la pugna por encontrar los mejores tratamientos y vacunas mientras el mundo trata de adaptarse a una nueva forma de convivir que afecta a la sanidad, la educación, el comercio, la empresa… es ineludible un pacto social donde trabajen de manera conjunta el sector privado, el resto de agentes sociales y el Gobierno.

En el horizonte inmediato están sobre la mesa los proyectos que se han de presentar a Europa que pivotan sobre 6 ejes y que, de estar bien desarrollados, podrían ser el catalizador del anhelado y necesario cambio de la economía de Cantabria. Así pues, Cantabria ha de ser capaz de desplegar proyectos que puedan comenzar a ejecutarse cuanto antes en las líneas marcadas por el Gobierno de España: transformación digital; inversión en transformación verde/ecológica; I+D+i.; educación y formación Profesional; eficiencia los servicios públicos y refuerzo del entorno agrario y rural. Para esta pronta ejecución es más necesaria que nunca la colaboración público privada, una colaboración que distintas voces reclaman desde hace meses.

Una de estas voces ha sido la del Consejo Empresarial Alianza por Iberoamérica (CEAPI), formado por 140 presidentes de las mayores empresas iberoamericanas que en su último informe: ‘El papel del sector privado en tiempos de pandemia: Ideas para el debate’ contempla esta necesaria colaboración como una cuestión imprescindible.

La presidenta de CEAPI, Núria Vilanova, presidenta y fundadora de la consultora de comunicación Atrevia, ha respondido a las preguntas que, sobre este tema, le ha realizado Influyentes

¿Es preciso un contrato social urgente entre empresa y Gobierno?

Desde el CEAPI hemos elaborado un manifiesto en colaboración con la SEGIB, la Secretaría General Iberoamericana, sobre las claves para hacer frente a la crisis generada por el COVID 19

Una de nuestras conclusiones es que es imprescindible la colaboración Público Privada. Históricamente se ha entendido la colaboración público-privada con financiación conjunta de proyectos de infraestructuras. Para nosotros va mucho más allá. Creemos que la clave es el diálogo y construir planes de trabajo contando con los mejores y los más experimentados. Esto significa que necesitamos también la experiencia, las ideas y el compromiso del sector privado. Hay que tomar buenas decisiones, y hay que hacerlo desde el diálogo.

Las empresas han tenido un comportamiento ejemplar en esta crisis. Han puesto a disposición del proyecto común su capacidad de comunicación, apoyando las campañas informativas de cómo protegerse contra el COVID o ayudando a convencer a la población de la importancia de quedarse en casa, en la primera fase. También han ofrecido importantes contribuciones, de su capacidad productiva para hacer respiradores o mascarillas, y donaciones para apoyar a los más desfavorecidos. Y también ha habido ejemplos importantes de renuncias a distribuir beneficios o de mantenimiento de empleo y sueldos sin acogerse a los ERTES. No ha sido menos relevante el esfuerzo para que todo siguiera funcionando.

Ahora en esta fase, toca mantener la confianza en el país y en el futuro, haciendo compatible la recuperación de una crisis que todavía está lejos de acabar, con el cambio tecnológico y la digitalización, que ya no puede esperar. Para enfrentar estos retos será importante generosidad y visión de largo plazo, y sobretodo colaboración entre lo público y lo privado.

¿Por qué cree que en España siempre ha habido recelo hacia la empresa y la colaboración entre administración y empresa?

Siempre ha faltado diálogo, el poner encima de la mesa y compartir las implicaciones de las decisiones. También ha faltado el “coger al toro por los cuernos” y afrontar las realidades.

Por ejemplo, durante años se han “tirado patadas para adelante” con el tema de la economía sumergida. En el fondo, desde la administración se entendía que era un colchón para amortiguar el problema de desempleo. Esta crisis ha demostrado que ha habido capas de la población que lo han pasado especialmente mal, porque no se puede ayudar a empresas que no existen o a trabajadores que no lo son. Es urgente acometer la regularización de estas situaciones con una afloramiento de este tipo de empleos “asistida”, si es necesario con cuotas más reducidas, pero esta crisis ha demostrado que la economía informal es un lastre y no un “balón de oxígeno”.

Hay muchos ejemplos en los que la colaboración público-privada ha sido determinante para la consecución de objetivos. En Cantabria, por ejemplo, la finalización del Hospital de Valdecilla. ¿Qué papel ha de jugar la comunicación para lograr que esta colaboración sea percibida como algo positivo y necesario?

El problema no es la comunicación de la colaboración, que cuando se ha querido se ha hecho muy bien, apoyándose en cifras y datos que permiten ver la eficacia. El problema es cuando se ideologiza esa colaboración y se habla no de hechos si no de ideología. Debería haber pactos para proteger lo que beneficia a la población.

Si es importante la comunicación didáctica y desterrar las afirmaciones que todavía se les escapan a algunas personas sobre que el dinero público no es de nadie, o peor que las afirmaciones, la toma de decisiones como si eso fuera así.

¿Hasta qué punto hoy es importante la unidad para la recuperación de Iberoamérica?

Iberoamérica se enfrenta al mayor reto de su historia. Hasta ahora los problemas no afectaban a todos los países a la vez. Esta vez en prácticamente toda la región la pandemia está teniendo un impacto tremendo en amplísimas capas de la población. No olvidemos que allí hay países donde más del 50 % de la economía es sumergida. Se calcula que habrá 50 millones más de pobres y que 118 millones de mujeres estarán en la pobreza. El impacto puede ser no solo económico y social, si no también político. El sufrimiento y la desesperanza puede llevar a sistemas políticos nada deseables para la estabilidad y la recuperación de la región.

Es muy importante acertar en las políticas y en la asignación de los recursos. En algunos países, la población ha visto como ha habido casos de corrupción que han sacado partido de los fondos destinados a COVID, este tipo de situaciones puede dar lugar a buscar soluciones populistas, ante el descrédito de la democracia y de la clase política.

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