La empresa española vuelve de vacaciones sintiéndose «más vulnerable»

El punto de partida del otoño de la empresa en España evidencia que una parte significativa  todavía se siente debilitada en comparación con el año anterior. Así lo explica la última edición del Informe Europeo de Pagos de Intrum.

Un 39% de las empresas españolas considera que su negocio es más débil ahora que hace un año. Aunque esta cifra es preocupante, sitúa a España como uno de los países europeos con menos pesimismo en este aspecto. En promedio, el 44% de las empresas en Europa comparte esta percepción de debilidad, siendo Croacia, Hungría y Austria los países más afectados, con porcentajes superiores al 50%.

España, junto a Bélgica, Países Bajos e Irlanda, se encuentra entre los países con los porcentajes más bajos de empresas que consideran estar en una situación más débil que el año pasado. A pesar de ello, la incertidumbre persiste, y muchas compañías están ajustando sus estrategias para mantenerse a flote en un entorno económico que aún presenta desafíos.

Por otro lado, el Informe del Banco de España del primer semestre de 2024 también refleja un aumento moderado en la proporción de empresas vulnerables, presionadas por el incremento de los gastos de personal y financieros. Sin embargo, en términos históricos, el nivel de vulnerabilidad actual sigue siendo relativamente bajo.

Ante este contexto, muchas empresas españolas están priorizando la eficiencia y la reducción de costes sobre la inversión en crecimiento. Según el estudio de Intrum, el 53% de las empresas en España ha modificado su enfoque hacia estrategias que buscan optimizar recursos y minimizar gastos, dejando en segundo plano el crecimiento expansivo.

Este cambio de enfoque se ve reforzado por la dificultad de acceder a crédito a costos razonables. El 48% de las empresas afirma que el elevado coste de la financiación está frenando su disposición a invertir en el crecimiento de su negocio. Esta actitud de cautela refleja una adaptación a las condiciones actuales del mercado, donde la estabilidad financiera se ha convertido en una prioridad frente a la expansión.

El reto de los impagos

Además de los desafíos relacionados con la eficiencia y el crédito, el retraso en los pagos es otro factor que obstaculiza el crecimiento de las empresas españolas. Según el informe de Intrum, el 85% de las organizaciones señala que el cobro tardío de facturas les impide invertir en iniciativas estratégicas de crecimiento. De este porcentaje, el 53% afirma que el impacto es leve, el 23% lo considera significativo y el 9% lo describe como muy significativo.

A pesar de este panorama desafiante, las empresas españolas tienen una ventana de oportunidad con la llegada de septiembre. Este mes marca el inicio de un nuevo ciclo donde las compañías pueden reevaluar sus estrategias, enfocarse en la eficiencia operativa y alinear sus objetivos con las condiciones actuales del mercado. Aunque el contexto es complejo, la mejora en las perspectivas económicas puede ser el impulso necesario para fortalecer su posición competitiva y asegurar un crecimiento sostenible en los próximos meses.

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