No hay vida en el rural sin autónomos. Este puede ser el resumen del Informe de Autónomos de Cantabria 2024 elaborado por ATA. Pero si el autónomo es fundamental para la supervivencia de los territorios no urbanos, la autónoma lo es más aún. Los datos lo dicen: entre 2022 y 2023, mientras que el número total de autónomos descendió ligeramente, el número de mujeres emprendedoras siguió creciendo. Los autónomos/as en Cantabria no solo sostienen la economía rural, también la transforman.
Que el mundo rural en Cantabria está amenazado por el envejecimiento de la población y el despoblamiento no es noticia. Lo que si lo es es que el trabajador por cuenta propia se ha convertido en clave para la supervivencia y el dinamismo de estas áreas. Según el Informe de Autónomos de Cantabria 2024 elaborado por ATA Cantabria, los trabajadores por cuenta propia son los pilares fundamentales que sostienen la economía rural, y su presencia es vital para el futuro de estos entornos.
Más del 50% de los autónomos de Cantabria viven en municipios de menos de 30.000 habitantes. Según el informe, el 57,4% del total de autónomos reside en estas localidades, lo que representa a 23.647 personas que mantienen la vida económica en estas áreas rurales. En municipios como Soba y Polaciones, los autónomos constituyen un 20% de la población. En lugares como Luena y Saro, las cifras son aún más impactantes: en Luena, el 79,8% de los trabajadores son autónomos, y en Saro, el 77,1%. Estos datos reflejan la dependencia total del tejido rural de los emprendedores para la prestación de servicios y la subsistencia económica.
En contraste, en localidades más grandes como San Felices de Buelna, los autónomos solo representan el 4,6% de la población, lo que resalta aún más la importancia del autoempleo en los entornos rurales pequeños.
Nuevas formas de empleo en el mundo rural
Los autónomos en Cantabria no solo sostienen la economía rural, sino que también la transforman. Sectores tradicionales como la agricultura y el comercio han visto un descenso en los últimos años. En la agricultura, por ejemplo, el número de autónomos ha bajado de 4.082 en 2022 a 3.832 en 2024, y el comercio también ha perdido fuerza, con una disminución de 8.800 a 8.540 autónomos en el mismo periodo. Sin embargo, los sectores emergentes, como las actividades profesionales, científicas y técnicas, están en ascenso, con un crecimiento sostenido que muestra una diversificación del autoempleo en las zonas rurales.
Este cambio es fundamental para la sostenibilidad económica, ya que las actividades tradicionales en el campo pierden terreno, y las nuevas oportunidades de emprendimiento en sectores especializados comienzan a tomar relevancia.
Autónomos y resilientes
A pesar de una realidad nacional a la contra, el autoempleo en Cantabria ha mostrado una sorprendente estabilidad durante la última década. En diciembre de 2013 había 41.480 autónomos registrados en la comunidad, y para diciembre de 2023, la cifra solo había caído levemente a 41.270. La pérdida de 210 cotizantes es marginal si se tiene en cuenta los retos a los que se han tenido que enfrentar en un periodo que incluyó situaciones que la economía global y local nunca habían enfrentado antes.
Sin embargo, en lo que va de 2024, Cantabria ha sumado 325 nuevos autónomos, recuperando los niveles previos al momento en el que el mundo se detuvo. No son muchos pero son valiosos por su ubicación y por su aportación para mantener vivo el tejido económico en las zonas rurales.
La fuerza femenina impulsa el autoempleo
Uno de los hallazgos más destacados del informe es el crecimiento del autoempleo femenino. Entre 2022 y 2023, mientras que el número total de autónomos descendió ligeramente, el número de mujeres emprendedoras creció. De las 72 bajas registradas en el sector autónomo, 119 fueron hombres, mientras que el número de mujeres autónomas aumentó en 47. Esto refleja un cambio de tendencia donde las mujeres lideran la recuperación del empleo autónomo en la región, siendo protagonistas de la nueva dinámica económica rural.
¿Es el autónomo el salvavidas del futuro rural?
El Informe de Autónomos de Cantabria 2024 es un recordatorio de la relevancia del autoempleo en las zonas rurales. Sin los autónomos, muchos municipios pequeños de Cantabria estarían condenados a la desaparición. Estos trabajadores por cuenta propia no solo proporcionan servicios básicos y empleo, sino que también representan una solución frente al despoblamiento y la pérdida de dinamismo económico.
Para garantizar el futuro de las zonas rurales, es fundamental proteger y fomentar el autoempleo, no solo con políticas de apoyo directo, sino también con estrategias a largo plazo que incluyan el turismo rural y la formación tecnológica para atraer a las nuevas generaciones. Cantabria tiene en sus autónomos una pieza clave para frenar la España vaciada, y su papel es insustituible en el mantenimiento de la vida en el rural.