Influyentes Cantabria

Cuando la tecnología y la moda se fusionan

Jaime Cavia- Santander

La industria de la moda no solo evoluciona estéticamente, también lo hace digitalmente. Cada vez son más las empresas textiles que caminan en paralelo a la industria tecnológica, implementando en sus procesos productivos nuevos métodos que agilicen la producción, que satisfagan los nuevos deseos de sus clientes o que tenga un impacto más positivo para su entorno. Hoy te contamos los casos de varias empresas textiles empezando, ¡por una cántabra!.

En Cantabria, el Centro Tecnológico CTC y Textil Santanderina trabajan mano a mano en el desarrollo de un sistema de visión artificial, basado en inteligencia artificial, para implementar en las líneas de control de calidad de la fábrica, y que permitirá automatizar los procesos de control de calidad, la trazabilidad y la inspección de defectos en materiales textiles. Lo que supone una reducción en los tiempos de inspección y en los costes asociados, además, permitirá a la planta de Textil Santanderina alcanzar elevados estándares de calidad en los productos fabricados.

Comme des Machines, con taller en Vizcaya, también ha hecho de la tecnología su gran aliada, fabricando sus tejidos directamente con la forma del patrón con impresoras 3D, con las que se consigue eliminar la generación de residuos y agilizar la producción. Además, al tratarse de fabricación a tiempo real, una de las grandes ventajas para el cliente es que se crea el stock estrictamente necesario sin tener que almacenar más producto del imprescindible. Hasta la fecha han trabajado con firmas como Burberry, Mango, Nike o Nina Ricci.

Recientemente Zara, del grupo Inditex, abrió su tienda más digitalizada en la madrileña Plaza de España. A través de su plataforma online y mediante códigos QR el cliente puede pagar sin pasar por caja, recoger su compra online con un silo robotizado, devolver en puntos específicos, reservar turno en el probador, encontrar la ubicación exacta de productos en la tienda y probarse virtualmente el maquillaje. A pesar de eso, los clientes menos tecnológicos también tienen cabida en la tienda y pueden realizar sus compras de un modo más tradicional.

Por su parte, las hermanas Lucero, creadoras de la firma de moda BIGA Avant Wear, con talleres en Galicia y País Vasco, se apoyan en la tecnología para conseguir crear una moda sostenible y duradera. Sus prendas están confeccionadas a partir de tejidos inteligentes con propiedades nanotecnológicas, convirtiéndolas en antiarrugas (minimiza los planchados y el gasto en electricidad), antimanchas (resistentes a la penetración del agua y de otras manchas acuosas) y antibacterias (permitiendo extender el tiempo entre lavados).

Muchas grandes y pequeñas empresas llevan años haciendo uso de la tecnología, y muchas otras están empezando a usarla, con el fin de minimizar los tiempos de producción, facilitar el consumo para sus clientes o disminuir la huella que produce la industria textil en nuestro planeta. Al margen de las tendencias, la tecnología se está convirtiendo, cada vez más, en la gran aliada del sector textil en nuestro país, contribuyendo a la modernización del mismo.

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