El sector marítimo continúa siendo la tercera especialidad más importante del transporte de mercancías en España por cifra de negocio, con un peso del 14,2 por ciento y un crecimiento del 10,7 por ciento desde el año 2014, por eso la formación continua es importante para el posicionamiento laboral de marinos, ingenieros e, incluso, abogados. Mercedes Pardo está al frente de Instituto Marítimo Español (IME) desde hace más de 25 años. Dirige un centro que cuando nació, en el año 1984, encontró en España todo un mercado en formación marítima. Hoy considera que la formación va a ser determinante. Dentro de las empresas se va a exigir más productividad con menores recursos, lo que va a suponer que las personas tengan una transversalidad de conocimientos, tendrán más oportunidades.
IME tiene a sus espaldas una dilata trayectoria en el sector marítimo-logístico en España. Ofrecemos, desde 1984, una doble vertiente de valor añadido a sus alumnos: por un lado, la posibilidad de comenzar su desarrollo profesional en el sector marítimo, proporcionándoles una formación rigurosa y práctica, al tiempo que una red de profesionales y empresas del sector. Por otro lado, también brindamos la posibilidad de una mejora en la carrera profesional de aquellos profesionales que ya trabajan en el ámbito marítimo.
Nuestra labor es de suma importancia. Hoy día la formación es un aspecto cada vez más valorado y más en el sector marítimo, donde se requieren profesionales formados y cualificados para muchas de las posiciones ofertadas. Por otro lado, al ser un sector relativamente pequeño, las empresas confían en profesionales con la formación específica requerida, pero también precisan referencias de esos candidatos, y es ahí donde en el IME tiene mucho que aportar, ya que nuestro gran conocimiento de la mayoría de los candidatos, clarifica enormemente en los procesos de selección.
El sector marítimo está en constante evolución y ha evolucionado mucho en cuanto a su apuesta por la formación, en el desarrollo profesional dentro de la empresa. Cuando comenzamos en el año 1984, no existía formación marítima en España, y para formar a los profesionales había que mandarles fuera, con el consiguiente gasto que implicaba las dietas y viajes, además de la propia formación, generalmente más cara que en España.
Actualmente, las empresas apuestan por la formación continua de sus empleados, por un lado, para no quedarse atrás con respecto a su competencia, pero también para ofrecerles un plan de carrera y poder retener el talento. También observamos un cambio en la formación gracias a la entrada de nuevas tecnologías: hace unos años contábamos con un reducido número de alumnos extranjeros, al ser la formación presencial en su totalidad. Lo mismo nos ocurre con los marinos, que cada vez se incorpora un mayor número, aunque estén embarcados, ya que pueden seguir nuestra formación online.
Aunque los ingenieros navales y marinos son los perfiles más inmediatos, a la hora de localizar candidatos, bien en posiciones más técnicas o bien a bordo de los barcos, nos encontramos también con abogados que quieren ejercer en el mundo marítimo, en despachos maritimistas, asesorías jurídicas, o incluso en el mundo del seguro marítimo. También podemos encontrarnos economistas y perfiles de diversas ingenierías, entre otros, pero cualquier persona que quiera trabajar en el sector tiene las puertas abiertas en el IME, ya que el abanico de perfiles demandados y de empresas del sector con necesidad de personal, es muy variado.
En el futuro, creemos que la formación va a ser determinante. Dentro de las empresas se va a exigir más productividad con menores recursos, lo que va a suponer que las personas tengan una transversalidad de conocimientos. En este proceso de mejora de la productividad, la digitalización va a tener un peso significativo. Y, si queremos que los profesionales tengan transversalidad y especialización, la formación sin duda, va a jugar un papel muy relevante
