Carolina Isaacs, consultora y coach en Spanish Poderío se centra este mes en el modelo de liderazgo femenino, más efectivo y con mejores resultados. Si de verdad te interesa y quieres saber más, nos da unas cuantas pistas sobre cómo ejercerlo.
El modelo de desarrollo de liderazgo The Leadership Circle, tras el que hay muchísima investigación, así como unión de teorías, nos traslada información interesante:
El liderazgo de las mujeres (dato estadístico, no absoluto) es más efectivo y obtiene mejores resultados. Punto pelota. Al que no le guste, que trabaje por cambiarlo. Aquí una pista de cómo:
Hay una competencia en la que sobresalimos las mujeres: Caring connections: cuidamos las relaciones. En líneas generales. mostramos un interés genuino por las personas y esto nos ayuda enormemente a lograr buenos resultados (siempre y cuando también hayamos desarrollado otra serie de competencias creativas y haya un equilibrio entre tarea y relaciones).
Las grandes mujeres, las mujerazas, se alían, unen, coordinan y lideran no solo para defender sus derechos, sino los de toda la humanidad, igual que los hombres alfa -los alfa de verdad, quede claro-. Nuestro instinto de protección de nuestros retoños, desarrollado durante miles de años, nos lleva a establecer relaciones y comunidades sólidas que permitan sobrevivir a los pequeños si las madres morimos. En líneas generales, a las mujeres nos es más fácil tener presente el largo plazo y nuestra toma de decisiones es consecuente con ello. Para compensar nuestra, también natural, aversión al riesgo, muchas hemos desarrollado las cualidades más masculinas o nos hemos rodeado de personas que nos aporten perspectivas y formas de hacer diversas.
A pesar de que algunos de los grupos de presión más cínicos y poderosos a nivel mundial provocan que no veamos más allá de la crisis generada por la pandemia, lo cierto es que estamos siendo capaces de darnos cuenta progresivamente como sociedad que estamos en una crisis climática a punto de no tener vuelta atrás.
Mujerazas, hombres que sabéis cultivar vuestra parte femenina, que estáis en vuestros puestos, preparadas, tejiendo un mejor futuro desde hace tiempo. Es el momento de ampliar y fortalecer las redes que nos conectan, favorecer nuevos modelos de masculinidad que ofrezcan a los hombres las oportunidades que el mundo necesita, de movilizarnos al unísono hacia una economía circular, teniendo presente la economía rosquilla de Kate Raworth, que nos permita un mejor futuro para todos. Un futuro en el que podamos respirar más equilibrio, salud y belleza en nuestras vidas, en nuestras familias, en nuestros proyectos. En cada comunidad de este planeta de la que directa o indirectamente formamos parte. Queramos o no.
Es tiempo de valientes para hacer del desarrollo de liderazgo una prioridad estratégica, mirarse a través de la ventana de Johari y descubrir la realidad del propio liderazgo para, solo así, poder mejorarlo.
