Los empleados pueden convertirse en las voces que hagan influyente una empresa. Son necesarios al 100% de su rendimiento realzando su papel en los procesos de influencia social de la agenda de comunicación interna de cualquier empresa.
Un empleado involucrado en el desarrollo de la empresa, que recibe información de la estrategia y pasos que se llevan a cabo, de los procesos de cambio, de las novedades que se implementan, trabaja mejor, está más motivado y orgulloso de su empresa. Esto genera una red de influencia en clientes, proveedores y todas aquellas personas con las que se relacionan.
Los empleados hoy no solo deben recibir información, sino que se debe contar con su opinión, al fin de cuentas serán parte de los canales de emisión de información de la empresa a un receptor que cada día exige más porque tiene más información, quiere dialogar y cuenta con canales en los que emitir su opinión (las redes sociales). Y a ese receptor le resulta más fácil creer en la opinión que puede darle un empleado, que cualquier acción corporativa que se lance desde los canales oficiales de la compañía con una voz más aséptica, neutral y, en muchas ocasiones, carente de emoción.
Cientos de voces creíbles de los empleados ayudarán a la empresa a ser socialmente influyente y lograr una mayor reputación.
Los empleos involucrados en cualquier cambio que se ejecuta en una empresa deben comprender, asimilar, creer y confiar en el cambio que se vaya a llevar a cabo, puesto que la responsabilidad de esa transformación recae sobre ellos. A mayor implicación por su parte, mayor probabilidad de éxito de ese proceso de cambio. Sólo de esta manera serán capaces después de trasladarlo a sus clientes, proveedores y a toda la sociedad.
La motivación de esos empleados para ejecutar con éxito cualquier proceso de cambio pasa por una buena comunicación interna que escuche a las personas, haga entender las razones del cambio e incluir en la comunicación interna una narración que ilusione, involucre y genere expectativas positivas en los empleados.
Además, este proceso generará procesos de liderazgo dentro del propio organigrama de empleados. El liderazgo es el reconocimiento por parte de otros de que una determinada persona tiene un conjunto de cualidades que la hacen merecedora de ser tomada como referencia a la hora de construirse una interpretación sobre lo que ocurre.
Para saber más: Libro Empleados comprometidos, empresas eficaces de Estudio de Comunicación editado por la colección AEDIPE de Recursos Humanos, y patrocinado por el Banco Santander, dirigido a gestores de empresa y responsables de Recursos Humanos y Comunicación.