Alicia Asín cofundó en 2006 con un compañero de clase la empresa que acaba de aliarse con Telefónica para mejorar la precisión y eficacia de la Red Eléctrica Española. Libelium, la compañía que hoy lidera en solitario se dedica a facilitar la interoperabilidad y ha desarrollado dispositivos como Waspmote Plug & Sense, que maximiza sus posibilidades en el desarrollo de las ciudades inteligentes. La tecnología que desarrolla hace posible por ejemplo medir la calidad del aire de las ciudades, algo imprescindible para definir las zonas de bajas emisiones. Hoy en Influyentes, define la importancia del Iot creando un nuevo concepto: la “datocracia”.
P.- ¿Qué puede y debe entender un ciudadano medio por el IoT?
Podemos resumir que el Internet de las Cosas va a conectar lo físico con lo digital. Cuando Libelium comenzó ni siquiera existía el término, se hablaba de sensorización y conectividad, y ahora prácticamente todo es IoT, desde nuestros relojes inteligentes que nos miden la presión sanguínea hasta los dispositivos que instalamos en ciudades e industria para la medición de la calidad del aire. En pocas palabras, el IoT trata de hacer visible lo invisible.
P.- ¿Qué deberíamos saber sobre cómo está afectando a nuestra vida y a nuestro trabajo diario?
Lo que nos trae el IoT es poder tomar decisiones basadas en datos precisos y poder hacer un seguimiento de esas decisiones. Por ejemplo, las ciudades están midiendo la calidad del aire y pueden tomar medidas en función de los datos para reducir las emisiones (reducir la velocidad de una calle, diseñar aparcamientos disuasorios, aumentar la frecuencia del transporte público, etc). La idea es que el IoT ayude a mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y construir ciudades más sostenibles.
P.- ¿Cuáles son los logros y los servicios más innovadores que en este campo ofrece Libelium?
Tenemos la suerte de cubrir diversos casos de uso, todos ellos realmente importantes en el momento crucial en el que nos encontramos como planeta. Queremos ser un socio de valor para ciudades y empresas y por eso estamos focalizando nuestra tecnología en aportar soluciones reales y globales.
Hemos volcado nuestra experiencia en la medición de la calidad del aire y hemos diseñado un servicio con Inteligencia Artificial capaz de diseñar y gestionar las Zonas de Bajas Emisiones. Ciudades como Cartagena, Helsinki o Amsterdam ya lo están usando con gran éxito.
También somos capaces de ofrecer soluciones para la gestión eficaz de infraestructura crítica. Recientemente, Telefónica se ha asociado con Libelium para implementar tecnología IoT con el objetivo de mejorar la precisión y eficacia de la Red Eléctrica Española. Nuestra solución mide de manera precisa y en tiempo las condiciones meteorológicas que afectan a líneas aéreas de REE, lo que permite optimizar las operaciones de las mismas.
Por último, entramos de lleno en la era del compliance. En el momento en que la Unión Europea pone sobre la mesa un trillón de dólares para proyectos con un alto componente en sostenibilidad, la exigencia es máxima. Incluida, la justificación de que esos fondos se han usado correctamente. Libelium ha diseñado una plataforma IoT a la que llamamos iris360 por su capacidad de dar la vuelta completa al dato. Hasta ahora, el viaje del dato terminaba en un dashboard. Ahora, además de aplicar Inteligencia Artificial para ofrecer mejores insights, el dato viaja más allá, hasta llegar a un informe de sostenibilidad. Por ejemplo, podemos juficar y cuantificar que, una vez aplicadas las medidas que los datos nos sugerían, se han reducido las emisiones de CO2 a la atmósfera.
P.- El IoT está muy relacionado con un nuevo concepto de ciudad, las smart cities, en este sentido ¿qué hace el IoT para mejorar la vida de los ciudadanos? ¿En qué pueden notar que la ciudad tiene nuevas posibilidades?
El IoT en el contexto de las smart cities brinda nuevas posibilidades para la mejora de la calidad de vida de los ciudadanos. Al recopilar y utilizar datos del entorno, la toma de decisiones en la gestión urbana es más eficiente.
Estamos construyendo una cultura del dato que como ciudadanos y consumidores también podemos aprovechar para mejorar no sólo la calidad de vida en las ciudades, sino la calidad democrática al poder pedirle cuentas a administraciones y empresas. Si a mí, como gerente de mi empresa, el consejo de administración puede y debe pedirme cuentas en base a mis objetivos anuales, ahora también podemos hacerlo con nuestros gobiernos. Se trata de un gran cambio de paradigma al que en Libelium llamamos “datocracia”.
Para ello, por supuesto, hay que abogar por la transparencia de los datos. Cuando los ciudadanos pueden utilizar datos para cuestionar y enriquecer el proceso democrático, se fortalece la democracia misma. Esto promueve una mayor transparencia y rendición de cuentas, lo que a su vez puede llevar a decisiones más informadas y políticas públicas más efectivas.
La datocracia nos presenta desafíos y oportunidades emocionantes para repensar cómo funcionan nuestras sociedades y cómo podemos mejorar la democracia y la gobernanza en la era de los datos.
P.- ¿Existe el riesgo de que los ciudadanos vean estos sistemas como una forma de estar más controlados?
Es una pregunta importante y válida. Es cierto que el despliegue de sistemas de IoT en ciudades puede plantear preocupaciones sobre la privacidad y el control. Los datos recopilados por los dispositivos de medición deben ser utilizados de manera transparente y responsable. La clave es encontrar un equilibrio entre la recopilación de datos para mejorar la calidad de vida y la privacidad de los individuos. En el caso de Libelium nos hemos cuidado mucho de que la privacidad de los ciudadanos no quede comprometida. Nos dedicamos a medir parámetros ambientales como la calidad del aire, las atmosféricas, la calidad del agua, etc. Hay otras soluciones que sí usan cámaras para ciertas mediciones que pueden poner en peligro la privacidad de la gente, además de un mayor consumo de datos para que funcionen correctamente. En ese sentido podemos decir que la tecnología de Libelium es respetuosa, eficiente y sostenible.
P.- En línea con la anterior pregunta, ¿qué riesgos y debilidades puede tener esta forma de gestionar diversos aspectos de las ciudades y de la vida cotidiana de los ciudadanos?
Desde mi punto de vista existen dos grandes factores de riesgo: la ciberseguridad y la privacidad. Los datos de los ciudadanos y consumidores son muy apetitosos para grandes corporaciones. En este asunto es importante el papel que está teniendo la UE con los espacios de datos, que quiere poner a las personas en el centro.
Los espacios de datos europeos nos van a permitir a empresas como Libelium a ofrecer mejores servicios y soluciones en pro de la sostenibilidad y la calidad de vida de los ciudadanos, respetando la privacidad de los mismos y manteniendo altos estándares de seguridad.
P.- Y, al contrario, ¿cómo puede el IoT favorecer la sostenibilidad aplicada a los entornos urbanos? ¿Puede poner un ejemplo de un resultado positivo para alguna ciudad que haya utilizado el IoT para mejorar algún aspecto de la ciudad?
En resumen, el IoT ofrece un gran potencial para mejorar la sostenibilidad en las ciudades al reducir el consumo de recursos y las emisiones, al tiempo que mejora la calidad de vida de los ciudadanos. Sin embargo, es esencial abordar los desafíos y riesgos de manera responsable para garantizar un equilibrio adecuado entre la tecnología y la privacidad.
P.- ¿Nos puede definir su modelo de negocio? ¿Son las administraciones públicas su principal cliente?
Ofrecemos soluciones completas para ciudades, pero también para empresas e industria. Con solución completa nos referimos a la sensórica, la conectividad, la nube, la inteligencia para el apoyo en la toma de decisiones y el reporting. Actualmente estaríamos hablando de un 50/50. La mitad de nuestros clientes son ciudades y la otra mitad es empresa privada en todo el mundo.
En España lo que más interesa es nuestro servicio de Inteligencia Artificial para el diseño y gestión de Zonas de Bajas Emisiones. Sólo 14 de los 151 municipios llamados a tener una ZBE han hecho los deberes. En Libelium sabemos lo complicado que es y ponemos a disposición de las ciudades nuestra experiencia en medición de la calidad del aire para una aplicación más rápida, efectiva y acorde a la normativa de la UE.
P.- ¿Hacia dónde se encamina Libelium tanto tecnológica como empresarialmente?
Queremos ser el proveedor de confianza de soluciones para la sostenibilidad de ciudades y empresas.