Jaime Gutiérrez Bayo es el CEO de BRUMA, sostenibilidad y participación ciudadana. Hace ya dos décadas que asesora en políticas públicas de medio ambiente como procesos de participación ciudadana, implantación de Agenda 21 Local. Ha impulsado proyectos locales, nacionales e internacionales para la dinamización urbana como Plan de Recuperación de la Bahía de San Francisco de Campeche en México, del Plan Estratégico de Santander 2020 o del proyecto Besaya Europa. Ayer el mundo escuchó sus reflexiones en el VIII Encuentro de Desarrollo Humano y Turismo Sostenible celebrado en Puerto Rico.
Bajo el título “Planificación estratégica participativa: una oportunidad para la sostenibilidad en el sector turístico” Jaime Gutiérrez Bayo, fundador y director de la consultora cántabra BRUMA, impartió una de las conferencias magistrales del VIII Encuentro de Desarrollo Humano y Turismo Sostenible organizado por la Universidad Estatal a Distancia de Costa Rica. El encuentro contó con la participación de destacados especialistas internacionales y nacionales del sector académico, público y privado vinculado con el turismo.
En su intervención, Gutiérrez Bayo parte de un análisis de las tendencias y procesos sociales que están caracterizando la actividad turística “post-covid” en gran parte de los destinos turísticos más importantes a escala global para defender, a continuación, la necesidad de una planificación del turismo hecha por y para la ciudadanía. Así, comparte imágenes recientes de destinos como Venecia, San Sebastián, Barcelona e incluso el monte Everest donde la masificación turística se ha convertido en un problema con múltiples aristas. No solo se trata de la presión sobre los recursos naturales o los servicios públicos sino que todos estos procesos están generando reacciones como la denominada turismofobia, un concepto que ilustra el rechazo social de los residentes de un destino hacia los turistas debido, generalmente, a la mala planificación de políticas turísticas o, directamente, a su inexistencia.
Como respuesta a todos esos procesos, y basándose en su experiencia de más de dos décadas, Gutiérrez defiende la necesidad de desarrollar procesos de planificación estratégica basados no solo en la voz y las propuestas de los expertos, sino también en la percepción y aportaciones de los agentes clave de un destino y de la propia ciudadanía. Evidentemente, admite que es necesario realizar un esfuerzo adicional en términos de información, pedagogía e implicación de una ciudadanía muchas veces desencantada con la política y desconfiada de muchas de las instituciones públicas. Frente a esos prejuicios defiende que es necesario tomarse en serio las políticas de transparencia, divulgar los datos disponibles, promover la cooperación entre lo público, lo privado y la ciudadanía o implantar métodos de evaluación del éxito turístico distintos de los actuales.
Respecto de esa última cuestión, los métodos de evaluación de los destinos turísticos y de su éxito o fracaso, indica que es necesario superar la valoración “al peso” que solo tiene en cuenta el número de turistas o el impacto económico estimado. A su juicio, es necesario introducir otros factores, algunos de ellos cualitativos, que permitan comprender cómo se sienten los residentes, cómo perciben la actividad turística, qué tipo de empleo está generando o qué impactos se están generando sobre los ecosistemas o sobre algunos servicios públicos como el abastecimiento y tratamiento de agua, la recogida y gestión de residuos, el transporte o la atención sanitaria.
En definitiva, y como miembro de la Asociación TurismoReset que promovió un manifiesto por la regeneración del sector turístico al que ya se han adherido más de 320 organizaciones de 35 países, defiende la necesidad de promover un modelo turístico comprometido con la gobernanza y la sostenibilidad.
Este discurso es especialmente relevante para destinos como la propia Costa Rica, conocida por ser uno de los lugares con mayor biodiversidad del planeta y un destino donde su lema “pura vida” hace énfasis en un modo slow de entender el turismo. Un modo que la masificación de algunos de sus parques nacionales más preciados, caso del de Manuel Antonio, está obligando a tomar medidas drásticas como el control y reducción de visitantes diarios.
En Puerto Rico se habló de Cantabria porque Jaime Gutiérrez incluyó en su intervención algunos ejemplos de planificación estratégica participativa que ha tenido la oportunidad de diseñar y dirigir.